Agustín de Javier Calzado es un joven peluquero cacereño que abrió las puertas de su negocio hace un año y medio en el centro de la ciudad.

Es de Cáceres, «de toda la vida», ha nacido y crecido en la plaza de Italia. De pequeño estudió en el colegio San Antonio hasta terminar el graduado y ahí fue cuando comenzó a interesarse por el mundo de la peluquería y estética de caballero. Con 18 años empezó su formación como peluquero en el IES Virgen de Guadalupe. Dos años después, las ganas de adentrarse en el mundo laboral, aunque no fuera de lo suyo, le pudieron. Un restaurante de comida rápida le ofreció un contrato de tres meses. En ese momento pensó: «saco algo de dinero y me voy de vacaciones». Pero al final estuvo 10 años trabajando en la empresa. En 2016 se quedó sin trabajo y se marchó dos meses a Madrid para realizar un curso de peluquería. «La idea de emprender y abrir mi propio negocio me rondaba la cabeza». En el verano de 2017 se adentró en la aventura. Nació ‘De Javier. Peluquería y Barbería’. Está situada en Colón y, a pesar de que valoró otros locales a la hora de instalarse, en cuanto lo vio pensó que esa iba a ser la sede de su trabajo. Y así ha sido.

«Cáceres es la mejor ciudad de España para vivir», señala Agustín, que siente que la calidad de vida que hay aquí no se encuentra en otros lugares. También considera «barato el alquiler y el ocio, así como la gastronomía». Por otro lado, el peluquero muestra su descontento con una situación que preocupa especialmente hoy: «lo del tren es inadmisible». Además apunta que «esta ciudad necesita industrias, grandes inversiones..., no solo hostelería y turismo».

En cuanto a su sector, De Javier asegura que aquí hay hueco para todos. «Entre los peluqueros de Cáceres no hay competencia, nos ayudamos unos a otros y es un tipo de negocio que ahora está en auge». A las generaciones de peluqueros que vienen les anima a emprender y a que luchen por lo que realmente quieren.

Agustín tiene ahora 31 años y se define como un chico con suerte ya que en su trayectoria como autónomo «me ha ido y me va bien». Por el momento ve su futuro aquí en su ciudad, dedicándole tiempo a la profesión que tanto le gusta.