Dice que su trabajo siempre está vinculado a esta tierra donde nació y se crió. Y no se equivoca. León , su nuevo proyecto, se rueda en Mérida. El se presentó al casting en Madrid, y una vez seleccionado se dio cuenta de que la parte de las escenas de la película se situaban en la capital extremeña. Lo mismo le sucedió con la obra de teatro Lisístrata . Ha hecho decenas de representaciones, pero casi todas tienen algo en común: su relación con Cáceres y Extremadura. Y es que, dice, es un hombre que necesita de la región y de su gente porque le hacen sentirse vivo.

--¿Era aficionado al boxeo?

--Nunca. He aprendido muchas cosas de estos deportistas.

--¿A qué se refiere?

--Me he dado cuenta de que en los boxeadores no hay violencia, a pesar de que su trabajo se centre en la pelea y la lucha. La filosofía de los profesionales del kick boxing se basa en que si ellos sienten violencia en su cuerpo mientras compiten, dejan de luchar. Es una gran lección que debemos aprender.

--¿Había situado alguna vez a los boxeadores en el lugar de los malos?

--Soy un tipo que no juzgo nada, por eso nunca me paré a pensar en ello. Mi padre se dedica al mundo del toro y no quiero juzgarlo para no matar su ilusión. Al verlo es violento, pero ellos no actúan con violencia, todo lo contrario.

--Interpreta a Dani, el chico del botiquín. ¿Ha visto mucha sangre en el rodaje?

--Dani ve mucha sangre. Es una buena oportunidad para conocer el mundo de la medicina.

--¿Hay trucos para proteger a los luchadores?

--Se untan con vaselina los pómulos para que los puños resbalen. Dani toma decisiones hermosas a la vez que duras. Es su responsabilidad que muera o no el boxeador.

--¿Le hace ilusión volver a Extremadura a rodar?

--Que se ruede una parte aquí grita muy alto cosas bonitas de mi gente. Aquí no paramos de hacer cosas. No hay muchas ayudas pero el eco que hacemos en toda España es muy grande.

--Siempre se ha sentido muy cacereño...

--Soy muy embajador de mi tierra. Cuando trabajo en Cáceres me siento mucho más cómodo. Fuera nos ven como grandes creadores porque crecemos a pasos agigantados. Hacemos cosas con mucha ilusión.

--Esta tierra se lo devolvió entregándole la tenca de oro...

--Me lo dices y me emociono otra vez. Ha sido uno de los mejores momentos de mi vida. Es un premio que se lo dan a gente mayor, pero los políticos decían que este premio tenía que ser para mí porque no paro de hablar de mi tierra. Es algo que me sale.

--Siempre que tiene nuevos proyectos intenta plasmarlos en la ciudad, ¿es casualidad?

--Soy un tipo que necesito de Extremadura. Cuando tengo un personaje nuevo intento investigarlo en Cáceres, con mi gente, porque es donde me siento vivo. Esta gente forma parte de mi vida y no la puedo apartar. Me gusta venir y hablar con mi abuelita, me ha enseñado muchas cosas.