El alcalde, José María Saponi, visitó ayer la pedanía de la estación de Arroyo-Malpartida, que está a 15 kilómetros de Cáceres, una visita que se produce a solo dos días de que la corporación debata en pleno la aprobación provisional de la revisión del plan general de urbanismo. La estación es uno de los espacios del municipio que más se altera, tanto que se proyecta que su tamaño se multiplique por 10.

El plan general hace previsiones de expansión y reserva suelo para unos fines y con unas prioridades. La estación aparece en la prioridad 1, pero el plazo para su expansión (en dos, tres, cuatro o más años) vendrá marcado por el desarrollo que de esta zona hagan sus promotores, la iniciativa es privada, las autorizaciones que vaya dando el ayuntamiento y la demanda que haya.

La estación tiene 13 hectáreas y con la revisión del plan se habilitan 130 más. La razón es que la pedanía es el principal sitio elegido para la construcción de segunda residencia y es la alternativa para evitar nuevos núcleos de edificaciones no autorizadas, como las hechas en suelo protegido durante los últimos años.

En un principio, la revisión del plan preveía una expansión de este núcleo menor e incluso en otra zona, también junto a la carretera, aunque en dirección a Arroyo de la Luz y a ambas márgenes del río Casillas. La previsión entonces era de 380 viviendas unifamiliares con una densidad de 7 vivienda/hectárea.

Entre la aprobación inicial y provisional del plan se ha producido una variación significativa en las previsiones para la estación. Ahora la cifra indicativa de unifamiliares es de 1.733, con 12,5 por hectárea y con una crecimiento hacia el lado opuesto, también junto a la carretera, aunque en dirección a Cáceres.

El documento que se debatirá mañana en el pleno incluye un estudio de caudales y avenidas del río Casillas, con cálculos para 50, 100 y 500 años que afectan a parte del espacio que inicialmente se reservó en la aprobación inicial del plan para hacer las viviendas unifamiliares.

No son las únicas referencias a esta pedanía que aparecen en el plan general, que incluye al poblado y a edificaciones concretas del mismo en el catálogo de bienes a proteger, además a la zona donde se edificarían las viviendas se adscriben más de veinte hectáreas, también junto a la carretera, pero en dirección a Arroyo, reservadas para zona verde.

ALEGACION Una de las críticas a la revisión tras su aprobación inicial fue la falta de suelo para segunda residencia, lo que influye en la expansión planificada ahora en la estación. El plan en vigor y el nuevo califican zonas del municipio como suelo no urbanizable protegido, como los Llanos o la Dehesa, donde se levantan muchas de las edificaciones hechas sin licencia en los últimos años y cuya posible legalización no se contempla en el nuevo plan de urbanismo.