Por lo visto van a reformar la estación del ferrocarril. Ya tienen un proyecto que, la verdad sea dicha, queda muy coqueto, con su marquesina y todo, su terraza para el bar, que ya se sabe que en esta ciudad no puede haber un bar sin terraza. Sin embargo no sé para qué queremos una estación de tren renovada, porque los trenes no llegan o si llegan, que suelen llegar tarde, no salen y si salen no llegan a su destino. Además si vas a esperar a un familiar resulta que no llega en tren sino en autobús.

Quizás fuera más conveniente que renovaran la estación de autobuses o acaso hacer una estación de tren mucho más grande pues es posible que en los trenes lleguen viajeros, técnicos que los arreglan sobre la marcha, pastores para apacentar las ovejas que puedan encontrar en las vías, una flota de autobuses para llevar a los pasajeros a sus destinos y no sería extraño que llegaran también algunas ovejas, más que viajeros tal y como está la cosa. No se esperan ministros, ni diputados, ni alcaldes o alcaldesas.

El caso es que la estación continuará en la actual ubicación durante muchos años, concretamente hasta que llegue el tren de alta velocidad, o el de media velocidad o el de no se sabe qué velocidad.

Si hasta aquí han tardado más de diez años imagínense lo que tardará en llegar ese tren. Por un lado es muy beneficioso para los viajeros que no esté muy alejada del centro de la ciudad ya que esa es una de las ventajas del ferrocarril, aunque no lo será tanto para los taxistas supongo, pero su diseño puede acarrear dividir a la ciudad, que es lo que sucede ahora.

Un populoso barrio, Aldea Moret, queda aislado del resto de la población. Hoy en día existen las técnicas suficientes para solucionar o al menos paliar este problema como queda de manifiesto en muchas ciudades, pero dado el cariño con el que nos trata Renfe, parece difícil que nos haga ese regalo. Me cuesta imaginar que decidan soterrar las vías, hacer pasos elevados o subterráneos o cualquier otra cosa que suponga invertir en Cáceres.