La perrera cacereña tiene un problema añadido: se trata de un recinto ilegal sin licencia para su uso como instalación zoosanitaria, un serio inconveniente que ha salido recientemente a la luz. "Estamos como locos por buscar una vía legal, porque ahora mismo, en tiempos de crisis, no podemos plantearnos la construcción de una nueva perrera en otros terrenos", afirmó ayer la concejala Marcelina Elviro. No obstante, la edil se reunirá hoy mismo en Mérida con la directora general de Explotaciones Agrarias de la Junta de Extremadura para abordar el asunto, que afecta a otros municipios de más de 20.000 habitantes.