Esther González sabe bien qué trabajar en la plaza Mayor. Regentó durante años un pub en la calle de la Cruz y ahora trabaja por cuenta ajena para el mesón El Encinar. Ayer daba por hecho que se quedará sin empleo después de Navidad porque las pérdidas rondan el 90% con respecto al mismo período del año pasado cuando aún no habían comenzado las obras. "Ahora ya no abrimos por la tarde porque no pasa gente", explicaba la camarera, la única empleada que, con el local vacío, estaba trabajando ayer a las doce de la mañana. "Mi jefa ya no puede mantener mi empleo", lamentaba.

Añadió que el descenso más acusado en las ventas empezó a notarse a partir de junio, cuando se valló el perímetro. Desde entonces, han ido cuesta abajo hasta afrontar un cierre temporal durante el tiempo que sigan durando las obras.