El caso del presunto maltrato a una menor con autismo en el colegio San Francisco (ahora llamado Ribera del Marco) por parte de la directora del centro escolar continúa en fase de instrucción. La docente sigue aún apartada de sus funciones desde que la Junta de Extremadura adoptara esta medida cautelar el pasado mes de mayo para evitar el contacto directo con la víctima. Lo que se estudia ahora es si la menor continúa estudiando el curso que comienza la próxima semana en este colegio cacereño o si, por el contrario, recibe una ayuda a domicilio para que se mantenga escolarizada.

El caso saltó a la luz tras la denuncia que interpuso la madre de la menor contra la directora porque había presuntamente descubierto que la niña había sido vejada verbal y físicamente. Tras tener sospechas de que algo estaba ocurriendo en el centro, la progenitora decidió introducir en la mochila de su hija una grabadora y recogió la conversaciones durante tres días consecutivos.

La directora ya prestó declaración en el juzgado número siete, que instruye el caso, en el mes de junio. Negó los presuntos malos tratos y aseguró que el equipo directivo desconocía que la menor sufre trastorno del espectro autista. También prestaron declaración cinco docentes del centro escolar, que mostraron su apoyo a la directora. Cabe recordar que la menor estudiaba en un aula especial instaurada en ese colegio y que debía estar atendida por un pedagogo y un especialista en audición y lenguaje. Sin embargo la encargada era la directora del centro al estar las otras dos profesionales de baja debido a un altercado que tuvieron con la menor.

El caso está pendiente además de que la policía aporte las grabaciones al juzgado para que se incluyan como prueba.