"No tiréis vuestra inteligencia. Podéis hacer en la vida todo lo que queráis". Esa es una de las ideas centrales que ayer repetía Maite Suárez, diplomada en Magisterio, a un grupo de alumnos gitanos de 5º y 6º de primaria del Colegio Público Gabriel y Galán. Maite Suárez estuvo acompañada por otros dos estudiantes gitanos, Juan Diego Silva, de segundo curso de Obras Públicas, y Josefina Salazar, que actualmente cursa 2º de bachillerato y tiene intención de empezar el año que viene a estudiar Derecho.

Los tres intentaron hacer llegar a los alumnos gitanos la importancia de los estudios y de las puertas que se les pueden abrir en la vida con ellos. Los chicos, entre 12 y 13 años, atendieron a las explicaciones a ratos con timidez y a ratos con alboroto. Diego Silva les dijo que él mismo no vio la importancia de los estudios a cierta edad. "A los 16 años --les dijo-- me pasó lo mismo que a todos los gitanos, que solo queremos fiesta, pero volví a retomar los estudios".

Josefina Salazar les explicó que el mundo gitano no tiene por qué ser necesariamente trabajar en el mercado y estar en casa con el marido en el caso de las chicas. Y los tres les insistieron en que estudiar "no hace que dejéis de ser gitanos". "Pensad en qué materias os gustan e intentad ir hacia ahí", les decía Diego Silva.

La actividad de ayer se enmarca en el proyecto El que más chanela que la Fundación Secretariado Gitano está llevando a cabo en el colegio Gabriel y Galán. El proyecto trata, por una parte, de generar una actitud positiva hacia los estudios entre los estudiantes gitanos al tiempo que se les enseña la historia de su pueblo con la exposición Culturas para compartir: gitanos hoy .

El proyecto continúa hoy con talleres para promover la convivencia, la comunicación, el respeto, el trabajo y el esfuerzo.