La desigualdad entre hombres y mujeres en cuanto a las tareas del hogar continúa existiendo en las casas cacereñas. Un reciente estudio sociológico pone de manifiesto que cuatro de cada diez hombres de esta ciudad no participan nada en las labores de casa. Este porcentaje asciende hasta siete en algunas actividades específicas como es el caso de planchar, algo que el 70% del sexo masculino reconoce no haber realizado nunca, frente al 60% de ellas que afirma hacerlo siempre sola.

Estas conclusiones se extraen de un estudio sociológico en el que se han realizado 1.025 encuestas a los habitantes de Cáceres en octubre de 2009 por un equipo de la Universidad de Extremadura coordinado por el profesor, Marcelo Sánchez-Oro. Está patrocinado por el Instituto de la Mujer de Extremadura (Imex) y encargado por la Fundación Cultura y Estudios de Comisiones Obreras, y realizado.

Bajo el título Las mujeres de Cáceres: reconocimiento y visibilización de sus aportaciones , el informe analiza el trabajo de la mujer dentro y fuera del hogar en la ciudad de Cáceres. Es una manera de visibilizar el empleo no remunerado que cada día realizan las mujeres cacereñas con el objetivo de que sea valorado por la sociedad y por ellas mismas, todo ello en aras de un cambio social a favor de la igualdad real entre mujeres y hombres.

POLITICAS ADECUADAS En la presentación del estudio, llevada a cabo ayer, participó la alcaldesa Cáceres, Carmen Heras, que resaltó la importancia de este trabajo para continuar avanzando en la igualdad entre hombres y mujeres, "la fuerza del estudio está además en que su análisis se concreta en la propia ciudad por lo que va a dar mucha luz sobre la situación actual de las mujeres en la realidad local", apuntó Heras. Por su parte, la directora del Imex, María José Pulido, resaltó la importancia de este informe por "la necesidad de evidenciar la realidad de la mujer para poder adoptar las medidas políticas adecuadas".

La mayor brecha hombre-mujer se encuentra en las personas de entre 56 y 65 años. En este caso el 86% de ellas siempre se encarga de la casa frente al 8% de ellos que lo hace a veces. El estudio evidencia, además, que hay ciertas tareas que los hombres realizan con mayor frecuencia como es poner o recoger la mesa o sacar a las mascotas.En la atención a los niños también destaca el sexo femenino. Así la mayor parte de ellas les da la comida (44%), les baña (46%), les viste (46%), les lleva al colegio (44%), o a las actividades extraescolares (46%). Aunque pasearles o jugar con los hijos es una tarea compartida por los dos progenitores en el 74% de los casos.

Esta situación cambia según el grado de estudios de los miembros de la casa. Así, cuanto mayor nivel de instrucción de los hombres más ayudan estos en casa. En el caso del sexo femenino sucede lo contrario: a mayor nivel de instrucción, menos trabajo doméstico. Así, mientras que el 88% de las mujeres sin estudios se dedican a organizar la casa, solo el 57% de ellas con estudios universitarios lleva a cabo esta actividad. Por el contrario, solo el 10% de los (hombres) que no han estudiado hace tareas domésticas frente al 17% que han estudiado, que lo hace.

NUEVOS BARRIOS El informe se ha centrado especialmente en los nuevos barrios de la ciudad como Mejostilla, Cáceres el Viejo, Gredos, Ronda o Montesol porque son las zonas que más han crecido en los últimos años. En estas barriadas, principalmente en Mejostilla, las tareas domésticas son cosa de dos. Pero destaca sobretodo el descenso de mujeres que realiza las tareas (50%) en relación al resto de la ciudad (63%). Sin embargo esta disminución de la asunción de tareas en ellas no se corresponde con un incremento similar en los hombres de estos barrios. En este caso la implicación solo asciende un 1,8%. Esto significa que las actividades domésticas o bien se realizan entre ambos o a través de terceras personas. Esto último se hace en el 18% de los hogares.

Las gestiones bancarias y pago de recibos son territorios masculinos en la ciudad. Según el informe estos dos aspectos son de los pocos trabajos analizados en los que el porcentaje de los hombres que dicen hacerlo ellos siempre (48%) supera al de ellas (40%).

En cualquier caso, el grado de satisfacción que presentan tanto ellos como ellas por realizar las tareas domésticas es satisfactorio. En cambio ellas manifiestan que su trabajo en casa está poco reconocido por los demás.