Un estudio concluye que con la incorporación de los nuevos carriles bicis compartidos ha aumentado el uso de la bicicleta. La Universidad de Oviedo ha lanzado una encuesta para analizar la incidencia de la nueva infraestructura en la capital cacereña. Ha preguntado a 400 personas vía Whatsapp y el 10% afirma que desde que se estrenaron a finales del pasado mes de agosto ha comenzado a utilizar la bicicleta y un 30% se plantea empezar a hacerlo.

El informe lo ha lanzado precisamente uno de los autores del proyecto, Pedro Plasencia, que es además profesor de la Escuela Politécnica de Mieres, en Oviedo, la que firma la encuesta. «El carril bici es un proyecto que al principio puede tener rechazo pero que empieza a tener sus frutos en un plazo de unos dos años», asegura. Según su experiencia, en otras ciudades españolas el uso de la bicicleta creció hasta un 20% en ese periodo.

Siguiendo las pautas del Plan de Infraestructuras para la Movilidad Urbana Sostenible (PIMUS) en la capital cacereña se pusieron en marcha carriles compartidos para coches, autobuses, bicis, patinetes y motos. Se han instalado en 33 calles del centro, todas ahora limitadas a 30 kilómetros/hora. El proyecto, gestado en la anterior legislatura y ejecutado en ésta, se denomina Ampliación de la Red Urbana de Carriles Bici en Cáceres y ha costado algo más de 100.000 euros a las arcas municipales.

De momento las calles en las que se ha instalado son Rodríguez de Ledesma, Libra, Reyes Huertas, Sánchez Manzano, Gabino Muriel, Argentina, Amberes, Coimbra, Londres, Pablo Naranjo, Atahualpa, Bondad, Cueva de Santa Ana, Fausto Picapiedra, Pedro de Ibarra, Extremadura, Lope de Vega, San Justo, Parras, Nueva, Martín Cerezo, San José, Barrionuevo, Camino Llano, San Francisco, Miralrío, Fuente Rocha, Las Arenas, avenida de España, Primo de Rivera, Hernán Cortes, Calatayud y Héroes de Baler.

El objetivo es crear itinerarios para bicicletas que conecten el centro con la periferia y con los barrios. Por eso el proyecto continuará con la construcción de 4 kilómetros de carril bici aprovechando la ampliación del parque del Príncipe; y otros 10 kilómetros más que unirán Cáceres con Casar de Cáceres a lo largo de la CC-38. A estos habrá que sumar los que incorpore la ronda este, que tendrá 4 kilómetros para bicicletas en cada sentido.

Precisamente la encuesta revela el interés de los cacereños por invertir en este tipo de infraestructuras: el 35% considera que es necesario y la mitad estima que la bicicleta es el medio de transporte que más problemas presenta en la orografía cacereña. De hecho algunos incluso hasta proponen ganar espacio para los vehículos de dos ruedas en Cánovas, reduciendo los carriles para los vehículos o suprimiendo aparcamientos. «Hace falta invertir más en esto porque es positivo para el medioambiente y para la imagen de la ciudad», insiste. «En los años 60 en Ámsterdam no había bicicletas pero desde que se empezó a invertir se utiliza muchísimo», agrega.

CRÍTICAS EN RONDA VADILLO / En cambio los nuevos carriles también tienen sus detractores. El punto que más críticas ha recibido ha sido el de Ronda de Vadillo, donde los conductores se quejan de que se ha restado espacio a la calzada para colocar un carril bici que apenas se usa. «El PIMUS decía que ahí había que hacer esto. Antes era una carretera con arcenes pero ahora ya es una calle y no tiene sentido que tenga arcenes, ese espacio es el que se ha utilizado para poner los carriles bici», explica Pedro Plasencia. Ha habido además que cambiar los bolardos que separaban la calzada del espacio para bicicletas porque los vehículos chocaban con ellos. «Si están rotos los bolardos, pues menos mal que están los bolardos, porque sino el coche se carga al ciclista», añade Plasencia, que considera necesarios estos elementos.

El proyecto incluye además la incorporación de 250 puntos de aparcamientos para bicis. «Es fundamental. Creo que si estos carriles compartidos tienen éxito se seguirán haciendo más actuaciones», asegura Pedro Plasencia. El siguiente paso, según este ingeniero de Caminos, será introducir el carril bici segregado, mejorar el transporte público y cambiar los hábitos para utilizar el vehículo lo menos posible. «También es importante la seguridad vial, existen los adelantabicis pero si no sabemos utilizarlos de nada sirve», indica Plasencia, que cree que deberían hacerse talleres de concienciación en colegios, institutos y asociaciones de vecinos.