El estudio previo para la rehabilitación integral de la Ribera del Marco no convence a vecinos, ecologistas, hortelanos y representantes de colectivos sociales e instituciones consultados por el ayuntamiento. Con un presupuesto cercano a los 50 millones de euros, este documento de trabajo plantea una batería de medidas para integrar esta zona fluvial en el mapa de la ciudad. Para ello, propone la eliminación de la contaminación de las aguas o la recuperación del aspecto natural del cauce y de antiguas construcciones como molinos. Además, incluye la apertura de huertos para uso ciudadano y de museos temáticos que pongan en valor esta línea de agua de más de siete kilómetros.

En opinión de Francisco Borrella, coordinador del programa de huertos de ocio de la Universidad Popular, la idea de recuperar el cauce "es buena", pero remarca que esta actuación "es muy lineal en su recorrido, que recuerda a la ronda norte". Precisa que se trata de una obra "compleja" y propone que la intervención en el curso de la ribera y sus caminos se haga "en zigzag", además de incluir refugios para la avifauna.

Para Guadalupe Callejo, que se confiesa "simpatizante" de la ribera, el proyecto "es demasiado ambicioso", aunque dice que supondrá la limpieza y el encauzamiento de las aguas negras, principal cuestión que atender. Sugiere que el paseo fluvial se traslade fuera de la ribera y discurre a la derecha de la carretera de Puente Vadillo.

En opinión de Antonio Leal, hortelano de la zona baja de la ribera, el estudio previo presenta como principal inconveniente "el exceso de volumen" de la actuación y la compara con "una ronda norte por el doble carril y el cauce en el centro". También recuerda que el problema más grave afectará a los pozos del Marcos que, afirmó, "quedarán secos cuando empiecen a regarse jardines de zonas nuevas".

SIN HUERTASLuis Hernández, en representación de Adenex, asegura que la propuesta de encauzamiento "implica la desaparición de todo vestigio de huertas, tierra fértil y restos arqueológicos en una amplia franja a lo largo del Marco". Considera "un problema inaplazable la renovación del colector que transcurre junto al cauce, claramente insuficiente, y resolver la recogida de aguas pluviales".

Para Tete Alejandre, jefe del Servicio Territorial de la Consejería de Cultura en Cáceres, el estudio "es muy acertado en la necesidad de eliminar el colector por el cauce del arroyo o en la preservación y puesta en valor de elementos patrimoniales, pero excesivamente intervencionista en cuanto a la actuación física que se plantea para el cauce".