Eustaquio Hormigo dice adiós a su librería

Eustaquio Hormigo tuvo la mañana de ayer un poco ajetreada. Además de EL PERIODICO otros medios de comunicación quisieron ir a visitarle tras saltar la noticia de que se jubilaba después de 35 años al frente de la librería Hormigo, uno de los negocios más conocidos de Cáceres y situado en los soportales de la plaza Mayor. "Tienes que esperar que ahora ha venido la radio a hablar con él", dice a este diario un nieto de Eustaquio que ayer andaba por la librería jugando.

La noticia de su jubilación ha corrido como la pólvora y muchos fueron los que ayer se acercaron a mostrarle su tristeza porque se marchaba o para decirle "¡qué callado te lo tenías!". Hormigo no ha querido decirlo muy alto "para que no pensase la gente que el negocio se cerraba", ya que será alquilado. El local que regentaba lleva en la plaza desde hace décadas y pertenecía a la familia del maestro Solano. Hormigo cree que no le ha faltado nada por hacer al frente del negocio, aunque quizás sí le hubiera gustado introducir alguna novedad, como productos extremeños.

Toda una vida en la plaza

Hormigo ha sido espectador de primera mano de todos los procesos de transformación que ha sufrido la plaza Mayor. "Yo siempre me quedaré con la época de la gran arboleda que tenía la plaza", explica el cacereño y añade que durante esos años, él era pequeño e hizo mucho uso de la parte antigua, ya que jugaba mucho allí con sus amigos.

Eustaquio Hormigo también es un gran conocedor del turismo de la ciudad, ya que por su tienda han pasado cientos y cientos de turistas. Por ello, considera que este sector ha cambiado mucho en estos años. "Cuando había soldados, esto era un desfile de gente, sobre todo en las juras de bandera, la plaza se llenaba muchísimo", cuenta el librero y añade que "los turistas visitan la ciudad corriendo y no se quedan a dormir".

Hormigo se siente muy satisfecho con su trayectoria en la librería y muy agradecido a todos los clientes y vecinos que le han acompañado a lo largo de estos años. El local será alquilado a dos jóvenes, trabajadores de 'La Minerva', otro establecimiento cercano a la librería.