Los dos expertos extremeños en Icomos criticaron ayer el procedimiento de la dirección nacional para hacer público el informe contra el hotel de Atrio en San Mateo. Javier Pizarro, vocal de este organismo asesor de la Unesco, aseguró que los documentos son conocidos primero por la directiva y, posteriormente, se envían a instituciones y medios de comunicación.

"En el caso de Cáceres, el procedimiento ha sido a la inversa. A nosotros se nos ha enviado a toro pasado", apuntó el profesor de Historia del Arte en la Universidad de Extremadura, que ayer pidió explicaciones de lo sucedido a María Rosa Suárez-Inclán y Ducassi, presidenta del Comité Español de Icomos.

Esta responsable respondió que entre sus atribuciones por ley figuran las de poder encargar y firmar informes en nombre del colectivo. Suárez-Inclán negó también que hayan cedido a la presión vecinal para elaborar el de Atrio, como afirmó Campesino. "No conozco a nadie de San Mateo", aseguró la máxima responsable de Icomos, que se basó en "las denuncias de mucha gente que ha venido y se ha quejado" para redactar este informe. "Hemos tenido que ir a Cáceres ante la insistencia", subrayó.

Sin embargo, Suárez-Inclán no quiso desvelar la identidad del experto o expertos a los que Icomos ha encargado el dosier de Atrio, argumentando que se trata "de un informe institucional que firma la presidenta" en representación de este organismo.

"HARTO DE PRESIONES" Ni Campesino ni Pizarro pudieron determinar ayer si este documento puede responder a intereses de particulares, a pesar de que el primero reconoció el pasado domingo que "estaba harto de las presiones de propietarios de San Mateo", a los que acusó de "estar acostumbrados" a que esa zona sea como "su cortijo". Campesino quiso aclarar ayer que, "si hay intereses particulares, desde luego no son los míos. Lo único que estoy recibiendo son bofetadas sin saber por qué".