El próximo 3 de noviembre se cumple el plazo de un año fijado para suspender las licencias de obras que estuvieran afectadas de alguna forma por la aprobación del Plan General Municipal de urbanismo. Ante la duda de si al expirar el plazo, se podrán conceder o no los permisos municipales, la comisión de Urbanismo se vio obligada ayer a solicitar un informe jurídico que aclare la situación. "Los técnicos no se ponen de acuerdo si se podrán dar las licencias o no", explicó el concejal de Urbanismo, José Antonio Villa.

Muchos proyectos constructivos están paralizados en la ciudad por este motivo. Uno de ellos, por ejemplo, es la rehabilitación de la sede del sindicato UGT, en la calle Obispo Segura Sáez. Este proyecto volvió a quedar ayer sobre la mesa hasta que se resuelva si es viable o no darle la licencia que permita la renovación de las instalaciones. El edificio que alberga esta sede sindical está sujeto al nuevo catálogo de inmuebles singulares y a proteger que contempla el plan de urbanismo.

El 3 de noviembre del 2005 se publicó en el DOE la aprobación inicial del plan de urbanismo cacereño. A partir de ahí se fijaba un año, durante el cual no podrían aprobarse las licencias de obras de proyectos afectados por el nuevo plan. El 3 de noviembre del 2006, el próximo viernes, termina el plazo.

José Antonio Villa explicó ayer al término de la comisión que existían informes "contradictorios" sobre cómo actuar a partir de ahora. A eso se le une, en su opinión, que existe un "vacío legal" al respecto en la ley regional del suelo, por lo que puede generarse un problema, sobre todo con la solicitud de licencias que puedan presentarse a partir de ahora y no sólo con las que existen paralizadas. El plan municipal de urbanismo está aún en tramitación para su aprobación definitiva.

Por otro lado, la comisión dio luz verde por unanimidad a una decena de licencias de obra menor en el casco viejo que habían pasado antes por la comisión de seguimiento del Plan Especial, denegando dos en las calles Ribera de Curtidores y Margallo.