Castores, Lobatos, Scouts, Escultas, Rovers... son palabras desconocidas para los que no entienden del espíritu aventurero de los grupos scouts. Reconocidos por la típica indumentaria de pañuelo y gorra, estas formaciones infantiles y juveniles han pasado de organizar actividades y campamentos en sus respectivas regiones o provincias limítrofes, para apostar por otros destinos.

Fomentar el amor por la naturaleza y el medio ambiente e impulsar valores como la educación, la salud y la espiritualidad son los principales objetivos de estos ´exploradores´, entre los que se encuentran niños y jóvenes de todas las edades.

En Cáceres son seis los grupos, que defienden estos valores, en los que participan más de 400 chavales de la ciudad. "Las actividades se dividen en categorías, así se adecúan a las distintas edades del grupo", asegura David González, presidente de los scouts extremeños. Están los Castores que engloban a niños de 6 a 8 años; los Lobatos, con chicos de 9 a 11 años; los Scouts, con chavales de 12 a 14 años y los Escultas y Rovers, que acogen a jóvenes desde los 15 años.

Este año, muchos de los grupos se han visto obligados a emigrar para poder realizar sus actividades. "La causa es la normativa establecida por el Decreto 52/98 que implica una serie de restricciones que impiden acampar en Extremadura", asegura González. Por este motivo, los programas se llevan a cabo en otras comunidades a las que se aporta un importante incremento del turismo. "La legislación de autonomías como Castilla y León, también implica la necesidad de pasar por una serie de inspecciones y controles que los grupos scouts han superado sin problemas", añade.

Historias distintas

El grupo de Sant Yago acaba de regresar de su encuentro con el Papa Benedicto XVI. Con este viaje, la formación ha clausurado el ciclo de eventos veraniegos, que han consistido en actividades juveniles y campamentales en la Sierra de Gredos y La Vera.

Los scouts mayores del grupo llegaron el martes de Colonia (Alemania), donde participaron con más de un millón de jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud con el Papa Benedicto XVI. "Ha sido una experiencia satisfactoria que les ha hecho cargar las pilas para el nuevo año", confiesa Carlos Ongallo, coordinador del grupo.

Los scouts aprovecharon para realizar visitas a Cuacos de Yuste y Jaraíz de la Vera, donde tuvieron encuentros con cabras montesas. También participaron en varios talleres y disfrutaron de exhibiciones con perros y material de escalada por parte del equipo de rescate de la Guardia Civil, en el campamento.

Por su parte, el grupo Azimut organizó, durante la segunda quincena de julio, un campamento en Cambas de Oleiros (Portugal), al que asistieron un total de 90 chavales con edades comprendidas entre los 6 y los 18 años. Azimut es pionero en organizar campamentos, cosa que lleva haciendo desde 1987. "Para celebrar el éxito obtenido fuimos a la Playa de Mazagón donde pudimos disfrutar del trabajo bien hecho", asegura David Madalón, coordinador de los Azimut.

Rutas por la Sierra de la Estrella, excursiones a Castelo Blanco, supervivencias en los pueblos cercanos y marchas a caballo fueron otras de las actividades realizadas en este campamento.

El camping municipal de Gata acogió a los 50 ´exploradores´ que pertenecen al grupo Adarve. Gran parte de las actividades que allí celebraron tuvieron una temática acuática: construcción de barcos, batallas navales en el río y gimcanas.

Pero no sólo estuvieron ocupados durante el día, la noche tenía guardadas sorpresas para los jóvenes aventureros. "Las veladas y los juegos nocturnos de acecho fueron las grandes protagonistas", aseguran.

Hasta 75 scouts del grupo Jálama disfrutaron de una panorámica parisina desde la Torre Eiffel. Pero también disfrutaron de las visitas a Versalles, al museo del Louvre y al famoso parque de Disneyland, donde intercambiaron opiniones con scouts franceses, belgas, polacos, alemanes y holandeses. "La dimensión internacional del ´escultismo´, que es el método educativo scout, fue lo que más se trabajó durante la estancia en París", aseguró el coordinador del grupo, Javier Campos.

La localidad vallisoletana de Bocigas acogió a la formación Al-Kazires. Allí montaron sus tiendas 70 scouts, para compartir experiencias con sus educadores y vivir unos días en un ambiente rural, realizando rutas por los alrededores, juegos para conocer el pueblo que les acogió y talleres diversos.

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