Todavía existen los bandoleros. Vicente Collado, un ganadero cacereño, lo sabe porque viene sufriendo sus golpes con nocturnidad y alevosía hace un mes. Del 9 de enero hasta el pasado 9 de febrero, su finca Almeida de los Palacios, ubicada en el kilómetro 66 de la carretera N-521 a 6 kilómetros pasado Malpartida de Cáceres, ha sido víctima de cuatro robos, todos ellos denunciados a la Guardia Civil que ha abierto una investigación para dar con los autores.

En casa asalto, los ladrones han ido haciendo acopio de todo un poco: desde platos hasta pienso para el ganado, electrodomésticos, licores, maquinaria agrícola, herramientas, un remolque o valiosas pilas antiguas de granito. El botín de los bandidos, y por ende las pérdidas de la familia Collado, se aproxima ya a los 6.000 euros.

"Encima que vivir del campo es cada día más difícil, con el pienso por las nubes, tenemos que sufrir estos robos", lamenta Vicente Collado. En uno de los asaltos, les sustrajeron el remolque que utilizaban para arrojar desde él la comida al ganado o incluso se han quedado sin los capachos de caucho que usaban para el agua.

ZONA DESPOBLADA Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil realizaron ayer una inspección ocular de la zona y ya han tomado muestras, pero será como buscar una aguja en el pajar. "Pueden ser gente de la zona, porque parece que la conocen", explica el hijo del propietario.

La finca Almeida de los Palacios tiene 300 hectáreas de terreno, la mayor parte en zona de monte y encinar donde pastan 40 cabezas de ganado, y el vecino más próximo de la casa principal está a un kilómetro de distancia, por lo que "es improbable que alguien viera algo. Habrán venido varias veces a vigilar la zona y habrán actuado por la noche, o quién sabe", señala el propietario de la finca.

La impotencia es tal después del tercer robo que llevó a la familia a dirigir un escrito a la Subdelegación del Gobierno solicitando amparo y protección. Desde la Subdelegación, se ha confirmado la recepción de dicha comunicación y que se le dará el curso correspondiente. O sea, que se trasladará a la Guardia Civil, competente en la zona, para que tome nota del caso.

La familia Collado, sin embargo, empieza a tener "miedo", reconoce el hijo del ganadero. Miedo a que los robos continúen indiscriminadamente o del peligro de que los ladrones actúen estando ellos en la finca. Otros vecinos han sufrido asaltos con anterioridad, pero no de forma tan continua y saben que otras viviendas cercanas al río Salor han sido también desvalijadas en los últimos meses, aunque este extremo no ha podido ser confirmado con la Guardia Civil.

LOS ROBOS Los asaltos en Almeida de los Palacios han afectado tanto a la casa principal como a la nave donde se guardan los aperos y la comida de los animales. En ambos casos, reventaron las puertas de acceso. Según consta en las diferentes denuncias interpuestas en el cuartel de la Guardia Civil de Malpartida, en el primer robo, el 9 de enero, los ladrones se apoderaron de un remolque valorado en 360 euros, un motor de agua, 600 kilos de pienso y otros enseres.

En el segundo, el 13 de enero, se llevaron electrodomésticos, ropa, calzado, objetos antiguos y artesanos, una motosierra y un grupo electrógeno. En los dos últimos, perpetrados el 4 y 9 de febrero, robaron 5 pilas de granito y una piedra antigua de molino, valoradas en 3.600 euros.