La Guardia Civil ha realizado en los últimos cinco años 36 actuaciones relacionadas con expolios del patrimonio artístico. El balance desde 1998 incluye desde denuncias por la utilización sin autorización de detectores de metales hasta la incautación de piezas arquitectónicas y bienes de interés cultural.

En la actualidad, la Benemérita investiga tres robos. El primero tuvo lugar en el 2000 en Valdehúncar donde fue sustraída una pila de granito con dos lavaderos laterales. Al año siguiente se produjo un hecho similar en Alcollarín por el robo de dos escudos heráldicos del palacio de los Pizarro-Carvajal. La última investigación se inició el año pasado con motivo de la sustracción de una imagen de San Blas en Casas de Millán.

Hasta la fecha, la única intervención data del año 1999 en una finca rústica de Cáceres donde la Guardia Civil se incautó de 49 piezas arquitectónicas y bienes de los siglos XVI y XVIII procedentes de expolios realizados en diferentes puntos del país.

Asimismo, desde 1998 se han producido 28 denuncias por la utilización sin autorización de detectores de metales. En cuanto a daños en el patrimonio, sólo hay dos casos registrados: uno en 1999 en un horno del siglo XVIII en Grimaldo y otro, un año después, en la muralla de Cáceres el Viejo.