El expresidario cacereño de 28 años acusado de la violación de una estudiante en un portal de la calle Antonio Hurtado se enfrenta a 19 años de prisión. Es la pena que el fiscal pide para Juan Diego Torres, al que acusa de un delito de violación, con la circunstancia agravante de reincidencia --este joven cacereño ha sido condenado cuatro veces por un total de ocho agresiones sexuales--, y de un delito de lesiones, cometido con una violencia desmedida y ensañamiento.

Los hechos de los que esta acusado Torres causaron una gran conmoción en la ciudad, tanto por las circunstancias en que se produjeron --un domingo, en pleno centro de la ciudad y, según el fiscal, con "una brutalidad inusitada"-- como por los antecedentes del agresor --un joven de tan solo 28 años que acababa de salir de la cárcel de cumplir una condena de más de 10 años por varios delitos de violación--.

Juan Diego Torres había salido de la cárcel, con la libertad definitiva, tras haber cumplido 10 años y 10 meses de prisión por tres delitos de agresión sexual, el 19 de febrero del 2006 y apenas cuatro meses después, concretamente el 12 de junio, cometió la violación de la que ahora se le acusa y por la que lleva en prisión provisional desde el mismo día del suceso.

Enseñamiento Eran aproximadamente las doce de la noche cuando la joven estudiante, de 24 años, entró en el portal del número 5 de Antonio Hurtado y, según recoge el fiscal en su escrito de acusación, "en el momento en que estaba esperando la llegada del ascensor para subir a la vivienda de una compañera fue abordada por la espalda por el procesado que, tras sujetarla con fuerza por detrás con una mano al tiempo que la tapaba la boca con la otra, le manifestó insistentemente que no le mirase o la rajaba, y la tiró por las escaleras de acceso al sótano del edificio, situadas junto al ascensor".

Ya en ellas, el procesado, según el fiscal, actuó en todo momento "con una brutalidad inusitada y una violencia desmedida y gratuita, puesto que aunque ya había conseguido doblegar la resistencia de la joven se dedicó a propinarle numerosos puñetazos en la cabeza y en el rostro, y a golpearla en el tórax y en brazos y piernas, además de sujetarla fuertemente por el cuello y arrastrarla por el suelo y por los escalones".

Después, se añade, "empleando siempre la fuerza física", abusó de la chica, "pero sin llegar a la penetración completa porque, además de la resistencia de ella, escuchó ruidos y decidió trasladar a su víctima a otro lugar para consumar sus propósitos". Aunque lo intentó, para ello , y sin dejar de golpearla en ningún momento, la trasladó hasta el descansillo de la entreplanta, no lo consiguió "porque apareció en el inmueble una dotación policial a la que habían alertado los vecinos".

El agresor fue detenido en la misma escalera, cuando las bajaba precipitadamente intentando alcanzar la calle. Pese a este hecho, en su declaración ante el juez, como ya publicó este diario el 17 de junio pasado, se declaró inocente. Aseguró que él pasaba por Antonio Hurtado "cuando vio a la chica en el portal y entró para ayudarla, con tan mala suerte de que en ese momento llegó la policía y le detuvo". Pero para el fiscal su autoría es clara y pide para él 19 años de cárcel, así como una indemnización para su víctima de 34.500 euros (4.500 por las lesiones causadas y 30.000 por el daño moral).