Cáceres confirmó ayer, con 25.000 espectadores más en la segunda y última jornada de Extremúsika 2006, que ya tiene otro festival musical de referencia nacional junto al Womad. La cifra total de 45.000 personas facilitada a última hora de la tarde de ayer por la organización evidencia el éxito de la convocatoria que, al cierre de esta edición, no había registrado incidentes destacables. La jefatura de la policía local informó de que la jornada del sábado había transcurrido con tranquilidad, aunque durante la pasada madrugada fue necesario atender a varios asistentes con intoxicaciones etílicas, fracturas de brazo y esguinces. Uno de ellos tuvo que ser trasladado al San Pedro de Alcántara por una fractura de cadera. Los accesos tampoco presentaron grandes problemas y la zona de aparcamiento, al igual que en la noche anterior, aparecía a tope de vehículos de diferentes comunidades, que hacían las veces de improvisadas barras para el macrobotellón .

La normalidad de la segunda jornada del festival estuvo de nuevo acompañada, al igual que en la del pasado viernes, por el buen tiempo y una afluencia masiva de público al ferial. Las tres zonas de acampada habilitadas en el recinto estaban prácticamente al completo y, sólo la más cercana a la rotonda de entrada, presentaba huecos. La marea de tiendas de campaña y de vehículos también ponía ayer de manifiesto que Cáceres se ha convertido en un lugar de peregrinación musical , gracias al reclamo de un macrofestival que ha ofrecido más de 30 horas de música a cargo de 33 grupos de diferentes puntos del país.

MUSICA ININTERRUMPIDA La programación prevista ayer se desarrolló de nuevo con puntualidad. Los grupos fueron alternándose en los escenarios Sol Música y Extremúsika-Cadena 100 ante miles de seguidores que corearon sus canciones como el caso de Boikot, que profirió gritos contra la refinería en Tierra de Barros e hizo botar a miles de fans entregados.

Antes de que la banda madrileña elevase la temperatura del festival, Cross Ahead había levantado el telón a mediodía, seguidos de Transfer, Dr. Sapo, Parabellum, Vantroi, Skalariak y Porretas. Poco después de las 21.30 horas habían comenzado Mojinos Escozíos, a los que dio paso la mítica banda Barricada. Estaba previsto que la Cabra Mecánica, Despistaos, Kreator, Reincidentes, Barón Rojo y Celtas Cortos cerrasen el cartel durante la madrugada de hoy.

El dispositivo de A Vakellas Producciones, organizadora del festival, funcionó a la perfección en el interior del hípico, a pesar de la gran afluencia de espectadores que cubrieron la arena del hípico y la carpa habilitada frente a los escenarios.

En el exterior, el flujo de asistentes, con y sin pulsera para poder entrar en el festival, fue constante durante toda la jornada, coincidiendo con el mercado medieval y los establecimientos de comidas del mundo. Entre los espectadores predominaba el perfil más juvenil, de entre 20 y 25 años, repartidos en grupos de fieles seguidores de las bandas que actuaron ayer y que demostraron que Cáceres y Extremúsika tienen mucho futuro.