Con 35 años, Marco Mangut es uno de los guías turísticos del casco antiguo. Le gustaría acompañar a los artistas y cuenta su vivencia del festival.
--¿Qué recuerdo tiene de sus primeros Womads?
--De los conciertos en la zona antigua. Ha sido un acierto volver aquí a pesar de las molestias que puede causar. Eran más tranquilitos que ahora. Sobre todo me acuerdo de uno de Suzanne Vega en San Jorge.
--¿Ha trabajado más con la llegada de los womeros?
--Al revés. Es muy difícil porque se juntan más de 50.000 personas. Los womeros vienen a escuchar música. Lo que sí hace el festival es que la gente que descubre la ciudad vuelva otra vez. Un gran porcentaje regresa.
--Womad es...
--Uno de los mejores escaparates de la ciudad y una de las razones por las que es conocida a nivel nacional e internacional. Eso no tiene precio, te guste más o te guste menos.
--¿Qué le preguntan los turistas cuando ven los escenarios?
--Que si estamos en las fiestas. Cuando les explico lo que es, hay gente que sí lo conoce, sobre todo la más joven.
--¿Qué imagen transmite Womad de puertas para fuera?
--Entre los que lo conocen, sobre todo, buen rollo. Además, no recuerdo ningún incidente reseñable. Es un mérito enorme que decenas de miles de personas se junten en una ciudad y no ocurra absolutamente nada.
--¿A qué artista le hubiera gustado enseñar la parte antigua?
--Al africano Youssou N´dour.
--¿A quién ofrecería sus servicios de guía turístico?
--A una artista turca que se llama Sebnem Paker. Me gustaría que viniera. Hace música tradicional de su país.
--¿Qué es lo último que le ha pasado en un Womad?
--El miércoles por la noche estaba haciendo una visita nocturna y en San Mateo dos cordobeses de un puesto de patatas asadas se unieron al grupo. Me dijeron que les había encantado y que me invitaban a una ración cuando quisiera.
El artista Luis Rosado exhibe su nueva obra fotográfica Facturas en El Corral de Las Cigüeñas (situado en la cuesta de Aldana). La obra está realizada con la técnica de punta seca a una o dos planchas.
