La falta de anestesistas obliga a suspender operaciones en el nuevo hospital. Lo denunció ayer una de las pacientes afectadas, que tenía que haber sido operada de cadera. «Ingreso a las ocho, está todo preparado, pasan las horas y a las diez y pico nos comunican a mí y a otras cuatro familias que cancelan las operaciones porque no hay anestesista y que nos vayamos para casa», explica en una red social. No es la primera vez que suspenden su intervención, que estaba programada primeramente para el 17 de octubre y tres días antes le avisaron de que se iba a retrasar unos días.

«Somos personas, tenemos vida y estar allí nos ha costado tiempo y dinero, a nosotros y a nuestras familias», asegura. En su caso su hermana ha tenido que desplazarse desde otra ciudad y su marido y su suegro han pedido días de vacaciones en sus trabajos para atenderla a ella y a sus hijos para finalmente no poder ser intervenida.

El Servicio Extremeño de Salud (SES) explica que el servicio de anestesia del nuevo hospital está compuesto por 30 profesionales y están todas las plazas cubiertas. Sin embargo la semana pasada se produjeron dos bajas por enfermedad y en la mañana de ayer un tercer anestesista se puso enfermo. Según afirman las mismas fuentes se ha citado a esta mujer para ser operada el día 31 de octubre.