Durante el pasado otoño hubo un amplio consenso entre los socialistas y los populares para perfilar el futuro diseño de la ciudad en el nuevo plan general de urbanismo. Ese acuerdo se alcanzó en operaciones como la de las Carmelitas (El Corte Inglés) o la del solar del antiguo matadero (centro de ocio y comercial al lado del hipermercado de Carrefour), pero no se logró con la alegación que presentó Caja Extremadura para las 4 hectáreas que ocupa la parcela del centro de educación especial Proa, en Aldea Moret.

El PP ponía como condición para apoyar esta alegación el compromiso de la Junta de que el nuevo centro se construiría en una ubicación más céntrica, recogía la demanda de la asociación de padres de alumnos de disponer de un nuevo emplazamiento, como Nuevo Cáceres. La otra posibilidad para aprobar la alegación, que sí tenía el respaldo del PSOE y de FC, era el voto de Izquierda Unida, que se negó a dar su apoyo porque la operación incluía la construcción de más casas de protección oficial en Aldea Moret.

El pasado lunes se hizo público el acuerdo alcanzado por la Consejería de Educación, la Caja Extremadura, propietaria de la parcela que ahora ocupa el centro de educación especial, y el ayuntamiento para la construcción de un nuevo colegio, que estará cercano al actual, en la urbanización de Río Tinto, en una parcela que aporta el consistorio, mientras que en la financiación de su ejecución participan tanto Caja Extremadura como la Junta.

Se dio la solución para la construcción del nuevo centro, pero se quedó sin resolver qué pasará con la parcela de Proa, que cuando se desarrolle la urbanización Sierra de San Pedro (Río Tinto) y las dotaciones públicas de los edificios mineros (Embarcadero y Garaje 2.0) quedará en el centro de la barriada.

La propuesta de Caja Extremadura tuvo dos rechazos, en ambas ocasiones por no disponer de votos suficientes, uno en diciembre del 2008, cuando se intentó tramitar como una modificación puntual del plan de urbanismo, y otro en noviembre del 2009, cuando se quedó fuera del nuevo plan de urbanismo al no aceptarse la alegación, que fue la última que se debatió de las 190 alegaciones presentadas.

La propuesta de Caja Extremadura consistía en la cesión de tres de las cuatro hectáreas que tiene la parcela al ayuntamiento, de las que 1,6 serían para dotaciones públicas, el terreno ocupado por la mayoría de los inmuebles, el único que quedaba fuera era el pabellón de deportes, 6.194 metros cuadrados quedarían para espacios ajardinados y 8.297 serían de los viarios. En la hectárea restante, la Caja iba a destinar el terreno a la ejecución de pisos de protección oficial en unos bloques con una altura máxima de seis plantas (la edificabilidad propuesta era de 40.000 metros construidos --un metro cuadrado edificable por cada metro cuadrado de la superficie de la parcela--). El beneficio de esta operación se iba a reinvertir en la financiación del nuevo centro educativo.

De momento queda abierto el debate sobre el futuro de la parcela que ocupa Proa. Por ahora, IU ya hizo el mismo lunes el primer planteamiento para abrir la discusión sobre el solar.