Una familia de Aldea Moret reclama al ayuntamiento que les conceda alguno de los pisos del barrio que no están ocupados para entrar a vivir allí. La madre, Magdalena Pérez, pernocta con su pareja en una furgoneta que le han cedido sus padres y pasa el resto del día bajo una techumbre de tela situada en el descampado junto a la calle Río Tíber. En cuanto a los cuatro hijos, --de entre 7 y un año-- "van al colegio y a clases de apoyo, y cuando salen se van a casa de mis cuñadas, donde se bañan y duermen, pero cenan todos los días conmigo", reivindicaba ayer con su temperamento gitano.

Hasta el año pasado vivían a unos cien metros, en un piso del bloque cinco de la calle Ródano del que les desahuciaron en marzo del 2006 "mientras estábamos en Palma de Mallorca, mi pareja buscando el trabajo que no encontrábamos aquí y yo de parto", explicaba ella, que defendía que no pudieron entregar las llaves a tiempo porque no pudieron coger un avión para volver "pero las dimos en cuanto volvimos aquí", apostillaba.

Ayer se disponían a levantar de nuevo la chabola que tiraron hace unas semanas. La policía local les sugirió que en lugar de hacerlo se dirigieran a Asuntos Sociales para les den una solución a su problema. "Yo no me niego a pagar, y si tengo que pagar tres meses por adelantado lo hago", reivindicaba ella mientras renegaba de su mala suerte porque justo ayer su pareja, Raúl Bautista, había empezado a trabajar como peón de albañil.

"No quiero problemas así que el lunes o el martes iré a ver que me dicen en el ayuntamiento y no levantaré nada por ahora", avanzaba ayer. "Pero si no me dan una solución levanto una chabola de verdad", amenazó.