«Poder hacer magia ante la familia real, que disfruten, que estén las princesas delante, que al terminar tengas la oportunidad de estar con ellos, que te feliciten y que te pidan incluso que quieren seguir siendo testigos de tu repertorio y tenerlos a escasos centímetros es un privilegio». Así se expresaba ayer Jorge Luengo, el mago cacereño que ha subido otro escalafón en su carrera, esta vez por ser conductor de la gala de los premios Princesa de Girona que se han celebrado el lunes y martes en Barcelona y que han presidido los miembros de la Casa del Rey.

«Conducir la jornada entre diferentes ponencias y talleres y hablar con la familia real es un honor. He vivido una experiencia mágica, increíble y super positiva», explica el artista. En su actuación realizó dos números. En el primero, sobre el escenario, participaba todo el público como protagonista. «Descubrí que un rey, una reina, unas princesas, son personas igual que el resto, que se emocionan, que se ilusionan y que disfrutan y se lo pasan como nunca».

En el segundo, Luengo actuó cara a cara para los Reyes y las infantas. «Adivinar de primera mano lo que pensaba en eso momento Su Majestad fue un momento inolvidable. Luego interactué con los objetos que ellos tenían y conseguí que lo que me pedían se hiciera realidad. Tuvieron una reacción buenísima y el trato fue inmerojable».

La de este año ha sido la décima edición de estos galardones que buscan reconocer la trayectoria de jóvenes ejemplares. El año pasado los Princesa de Girona se celebraron en Cáceres y fueron presididos por la Reina Letizia.