La residencia El Cuartillo, conocida popularmente como la Asistida, ha sido la más castigada por la crisis sanitaria en la región con más de 70 fallecidos y casi un 80% de infectados. Los contagios ya se han estabilizado pero la situación sigue afectando al cuidado de los mayores. La asociación Damnificados Asistida Cáceres, formada por familiares de los residentes, tras mantener una reunión con los más de 40 miembros, ha remitido un informe al Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad) para denunciar que se han reducido las medidas de higiene y atención a los ancianos y exigir mejoras.

Lo que más preocupa es la falta de los cuidados básicos como los cambios de pañal que, según los familiares, son insuficientes porque, en el mejor de los casos, solo se realizan tres veces al día. Tampoco les cambian de ropa y muchos de ellos continúan a día de hoy con vestimenta de invierno, a veces incluso hasta con camiseta interior. Los familiares lo han podido comprobar cuando acuden a las visitas semanales o cuando les envían fotografías de los ancianos. En otros casos los han encontrado con el torso desnudo. «Normalmente éramos los familiares los que nos encargábamos de decirles a los auxiliares qué ropa tenían que ponerle y les separábamos la ropa de invierno de la de verano según la estación del año, pero como ahora no podemos acceder a la residencia no podemos hacerlo y ellos no reparan en eso. Lo peor es que los tienen con ropa de invierno y en las habitaciones no hay aire acondicionado», se queja el presidente del colectivo, Javier García.

Tampoco se les comunica si les falta algo (ropa estropeada, geles, cremas,…). Dicen que no entra dentro de las funciones de los auxiliares pero reclaman a la residencia que busque la fórmula de comunicar a los familiares las necesidades de cada residente para poder reponerlas. «A muchos no les ponen las dentaduras porque, como han adelgazado tanto por el covid, les quedan grandes. Lo que deberían hacer es decírnoslo para comprarles otras», añade Javier García. Lo mismo les ocurre con las gafas: «O no se las ponen o si las tienen rotas se las ponen rotas. Un familiar se encontró un día a su madre con las gafas puestas y le faltaba un cristal», señala.

Otras quejas

Denuncian, además, que se han reducido los cambios posturales que se realizan a los mayores, la mayoría en un alto estado de dependencia y encamados. Y reclaman que se refuerce el servicio de fisioterapia para que los ancianos puedan rehabilitarse de las secuelas que les ha dejado el coronavirus. Según afirman, en estos momentos solo hay un fisioterapeuta para todos los residentes por lo que las sesiones son escasas. «Esto es algo que nos preocupa especialmente, muchos han dejado de moverse y las secuelas son importantes. Tienen que recuperar las sesiones para recuperarse lo antes posible», insiste Javier García.

Del mismo modo solicitan que se incorporen los servicios de terapia ocupacional y psicología. «Los familiares consideramos que en estas circunstancias especiales sería importante incluirlos ante nuestra ausencia permanente y constante en el centro, para potenciar los paseos y los juegos», insisten desde la asociación. La supresión de las visitas para prevenir contagios ha generado en muchos de los mayores cuadros de estrés y depresión que deben tratarse lo antes posible. Reclaman también que se instalen máquinas de aire acondicionado en las habitaciones o que se coloquen ventiladores: «Es necesario refrigerar las habitaciones donde algunos pasan las 24 horas del día», aseguran.

Este diario preguntó ayer por este asunto a la Junta de Extremadura, pero no recibió respuesta.

Exigen el número «real» de muertos

Exigen el número «real» de muertosLa asociación Damnificados Asistida Cáceres exige conocer el número exacto de fallecidos en la residencia durante la pandemia. Según los datos oficiales, son 75 los ancianos que han muerto a causa del coronavirus pero ellos aseguran «se ha registrado la muerte de más de un centenar de mayores» durante la pandemia. Además reclama que se informe del resultado de las pruebas PCR realizadas a los trabajadores en el mes de julio. «Fue un compromiso del Sepad y a día de hoy aún se desconoce si se han realizado, así como cuáles han sido sus resultados», denuncia el colectivo de afectados.

Los análisis se realizaron después de que la plantilla de la residencia se manifestara para exigir que se llevaran a cabo, ya que desde el mes de abril Sanidad no había vuelto a hacer pruebas a los trabajadores de este centro.

Los familiares piden asimismo que se informe sobre el estudio serológico que el Sepad iba a realizar a todos los trabajadores de los centros residenciales de la región con el objetivo de conocer la situación a la que se enfrentan de cara a posibles rebrotes en los geriátricos. «De este estudio serológico a día de hoy tampoco se sabe nada», añade la asociación.

Por todo ello han iniciado una recogida de firmas para exigir la dimisión del consejero de Sanidad, José María Vergeles, y del director gerente del Sepad, José Vicente Granados, a través de la plataforma online ‘Change.org’. Ya llevan casi un centenar de adhesiones.

Cabe recordar que este colectivo presentó la semana pasada una querella criminal contra la dirección de la residencia con el objetivo de conocer la verdad sobre lo que ha ocurrido durante la crisis sanitaria. Por el momento son 25 las familias denunciantes aunque se espera que llegan hasta las 40. La Fiscalía también investiga si hubo negligencia en la gestión del coronavirus.