Alrededor de 55 niños saharauis de entre 7 y 12 años han sido acogidos durante este verano por familias de la capital y de Casar de Cáceres. Muchos de ellos no quisieron perderse la jornada de convivencia Vacaciones en paz organizada ayer por la diputación, Caja Duero y el Ayuntamiento de Casar de Cáceres.

En esta localidad se realizaron las diferentes actividades programadas para todas las familias y. según explicó Antonio Hernández, presidente de la Asociación de Acogida de Niños Saharauis de Cáceres, los niños, que llegaron a principios de julio, permanecerán en ambas localidades hasta septiembre, momento en el que se volverán a reunir con sus familias. El contacto con los padres es continuo. Realizan llamadas telefónicas cada 15 días y, una vez que los niños vuelven a su país de origen, las familias cacereñas de acogida les suelen visitar dos veces al año.

La iniciativa solidaria comenzó en 1991 y desde entonces cerca de 600 saharauis visitan cada año Extremadura. Para traer a un niño, los padres de acogida tienen que pagar los 418 euros que cuesta el viaje. Para recuperar parte de ese dinero los ayuntamientos ofrecen subvenciones y las familias organizan festivales, con los que suelen conseguir el 50 por ciento del precio total, señaló Antonio Hernández.

Asimismo, informó que el tiempo máximo para acoger al mismo niño es de entre tres y cuatro años, excepto en casos excepcionales como enfermedades.