Cáceres registra 677 farmacéuticos colegiados, de los que 462 desarrollan su labor profesional en alguna de las 288 farmacias. Pero además, existen distintos ámbitos de actuación: alrededor de 35 trabajan en Salud Pública y Atención Primaria, 14 como analistas clínicos, otros tantos en farmacia hospitalaria y 5 en la distribución farmacéutica. Pues bien, unos y otros, desde sus áreas de trabajo, están empeñados en promover un consumo de fármacos más seguro, efectivo y racional. Se han comprometido con este objetivo a raíz del Día Mundial del Farmacéutico, celebrado el 25 de septiembre.

Así lo explicó ayer el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Cáceres, Pedro Claros, quien destacó que en esta provincia «son muchas las iniciativas que estamos liderando en el ámbito de la seguridad y efectividad de los medicamentos». De hecho, desarrollan a conciencia desde cada uno de sus trabajos el lema de este año: ‘Medicamentos seguros y efectivos para todos’.

El presidente del colegio cacereño explicó ayer que «un medicamento siempre debe ser seguro por razones obvias, y su eficacia también depende de que sea auténtico», frente a la falsificación de fármacos y sustancias muy cuestionables, incluso tóxicas, que proliferan en otros países y en el ámbito de internet. «Una nueva directiva europea nos obliga desde febrero a cotejar que todos los medicamentos que salen de nuestras farmacias son auténticos, conectándonos con una base de datos, envase por envase», precisó.

Los profesionales cacereños están muy involucrados con estos principios. «Garantizamos que todo lo que sale de las farmacias es auténtico». Pero además, los farmacéuticos ejercen de garantes del uso racional de los fármacos, y están haciendo hincapié en semejante responsabilidad. «Por eso no dispensamos antibióticos ni otros medicamentos sin la prescripción de un médico. Nosotros defendemos la salud del usuario en contra del interés que pudiéramos tener en la venta», subraya Pedro Claros.

MÁS CONCIENCIACIÓN / El público poco a poco se está concienciado de ello. En Cáceres se han editado una serie de carteles que advierten de estos principios, y que se extenderán al resto de la región. «Un antibiótico, un psicótropo o un corticoide no se pueden dar sin receta. Si nos lo saltáramos, estaríamos haciendo un flaco favor al paciente, que generaría una resistencia a estos fármacos, y a la sociedad, porque cometeríamos un delito contra la salud pública», argumenta el presidente.

Además se ha puesto en marcha la estrategia ‘Somos farmacéuticos’ para acelerar la modernización del sector, en la que los profesionales están llamados a tener un mayor protagonismo bajo tres etiquetas: ‘Somos asistenciales, somos sociales y somos digitales’. Asimismo, el presidente ha recordado que «la innovación y la digitalización constituyen dos pilares sobre los que se está construyendo la farmacia del futuro».

MUCHAS MÁS MUJERES / En Cáceres, el perfil del farmacéutico es femenino (ellas representan el 76% de los colegiados) y casi la mitad tienen menos de 50 años. Muchas farmacias se van defendiendo pero sus cuentas de beneficios no están en sus mejores momentos, ya que un 75% de los medicamentos los financia la Administración pública, «que tampoco tiene una disponibilidad boyante. En nuestro caso, nos consta que la Junta está haciendo verdaderos esfuerzos», indica el presidente. Además, para favorecer las cuentas, el Estado reduce los precios de los medicamentos y el margen comercial de los establecimientos.

Tampoco ayuda la despoblación. Algunas farmacias de las zonas rurales «lo están pasando francamente mal». De hecho, en la provincia de Cáceres hay casi cincuenta despachos de este tipo calificados de Viabilidad Económica Comprometida (VEC), que reciben un aporte extra en su margen comercial por parte de la Junta de Extremadura para llegar a fin de mes, aunque no siempre suficiente.