Desde hace un año Felipe Manuel Otero acude a comer al comedor social La Milagrosa. Asegura que cada vez son más las personas que necesitan venir aquí, pero que aún le parecen pocas y cree que hay más gente que prefiere "delinquir" o que no les vean en el comedor por "vergüenza".

Otero se quedó en el paro y tiene que hacer frente al pago de un alquiler para el que no tiene dinero. Su pensión es menor de 500 euros y por tanto no se la pueden embargar. Si consigue trabajo todo lo que sobrepase irá a pagar las deudas, por lo que dice que la sociedad está montada para que "personas como yo no podamos salir de este círculo de pobreza".