Uno de los acontecimientos a los que más atención presta el ayuntamiento es a la muestra de artesanía y gastronomía que se celebra en Cánovas. El alcalde acompañado de una gran parafernalia la inaugura y la clausura todos los años. Acompañado por casi todos los concejales. Casi, porque yo no vi a Castellano. Y sin embargo dicha muestra es un fiasco. ¡Qué sería de ella si no fuera por las mujeres!. Por ejemplo las de la parroquia de san José, las de la asociación contra el cáncer, las de Ascijf, las de la Virgen de Lourdes... descontados los bordados, los ganchillos, las labores tradicionalmente femeninas, nos queda muy poco que admirar. Un cazo de cobre, un pequeño mueble, alguna cerámica... ¿Esto es una muestra de la artesanía cacereña?. La gastronomía resalta las utilidades del cerdo, las ovejas y las abejas, pero tras ello, el desierto. Parece un mercado franco venido a menos. Menos mal que hay dos expositores de Tornavacas.

El personal también le presta atención y la frecuenta en busca de un pinchito de jamón, de queso, y un vasito de vino. Gratuito, naturalmente. Puesto que se trata de vendedores y no de camareros, algunos te dan el jamón y el chorizo con los dedos. Ni una mísera bandeja.