La Feria Cáceres Gastronómica ha alcanzado las 50.000 degustaciones en solo tres años, y ya tiene lista su cuarta edición con varias novedades para impulsar aún más el certamen y su apoyo al reto 2016. Organizada por Ifeca, la Institución Ferial de Cáceres (engloba a la Junta, la diputación, el ayuntamiento, Caja Extremadura y Federación Empresarial Cacereña), este año se traslada a la plaza para potenciar su dimensión turística, pero además incorpora actividades gastronómicas de proyección internacional, habrá nuevos premios y se utilizará la feria como vehículo para divulgar y recuperar la riqueza de la cocina tradicional cacereña.

La cita se celebró por primera vez en el mercado de la Ronda del Carmen. La considerable afluencia --41.000 degustaciones en la segunda edición-- obligó a trasladarla el año pasado al pabellón Serrano Macayo, donde el público continuó aumentando. Visto el tirón y el escaparate que el certamen supone para la ciudad, esta vez tendrá lugar en la plaza Mayor, frente al mejor escenario posible. El problema es el riesgo de celebrarlo al aire libre, pero los expositores --previsiblemente más de una veintena-- estarán instalados en cómodas y estéticas casetas de madera contratadas en Valencia. "Dependemos del clima y la crisis, pero el objetivo es superar las 50.000 tapas del pasado año", explica Rafael Robina, gerente Ifeca.

Los tiquets costarán 0,80 euros. Las tapas de las empresas de materias primas se expedirán por 1 tíquet y las de los restaurantes por 2. Habrá estands de quesos y embutidos, restauración, licores y pastelería. Patrocinado por Mahou y presidido por el edil de Turismo, el certamen tendrá un coste de 40.000 euros.

En cuanto a las nuevas actividades de ámbito internacional, Ifeca invitará en lo sucesivo a restauradores y empresas de prestigio contrastado. En la presente edición participará una representación de la restauración italiana y del empresariado del sector para trasladar a Cáceres sus experiencias exitosas en la elaboración y comercialización del producto. Esta iniciativa se gestiona a través de un grupo de trabajo integrado por la Oficina 2016 y la DO Torta del Casar, que además invitará a críticos gastronómicos nacionales.

"Otro objetivo novedoso es dar a conocer la envidiable riqueza culinaria de la provincia como sello distintivo de la feria", indica Robina. A través de ella se pretende rescatar la cocina tradicional incorporando las nuevas técnicas de elaboración y presentación de tapas típicas, y así consta en las bases de participación. También se elaborará un recetario de tapas tradicionales a partir de las que se vayan presentando.

Además se premiará la profesionalidad a través de varias distinciones: Premio Torta del Casar , que nace como galardón internacional a un restaurante de prestigio; Premio Caldero Artesano , a las tres mejores tapas de restaurantes y empresas; Premio Vicente Pizarro , concedido por la Asociación de Cocineros y Reposteros de Extremadura a una de las cinco escuelas de hostelería de la feria; y Premio Caldero de Honor , a la trayectoria de un cocinero o repostero extremeño.