La décima edición de la feria ha empezado con buen pie. La festividad de San Jorge, también Día Internacional del Libro, llenó ayer de público la treintena de puestos alineados en Cánovas, la carpa de presentaciones y el espacio de lectura y creación infantil, donde no cabían más niños. "Esto es un hervidero por momentos", describió el presidente de los libreros, Jaime Naranjo. Paralelamente, hasta 300 personas llegaron a participar en el ya tradicional maratón de lectura del Gran Teatro, que permitió escuchar durante toda la jornada la exquisita prosa de Cervantes, la poesía nostálgica de Alberti o el costumbrismo entrañable de Gabriel y Galán.

Fue una jornada sin duda dedicada a los amantes de la novela histórica, con uno de sus máximos referentes de los últimos años, el extremeño Jesús Sánchez Adalid, en la carpa de presentaciones. El sacerdote y escritor volvió a sentirse cómodo y arropado en Cáceres por su gran número de lectores, que han acogido con entusiasmo su última novela, El caballero de Alcántara , de Ediciones B (Grupo Z), con 70.000 ejemplares vendidos en seis meses. Adalid repasó ayer las claves de este trabajo ambientado en el convulso reinado de Felipe II, que se desarrolla en parte en la provincia cacereña y que cierra la trilogía sobre Luis María de Monroy, "un personaje extremeño apasionante", dijo.

Su dominio de la historia y la narrativa, y su capacidad de mantener al lector en vilo entre la realidad y la ficción, han convertido a Sánchez Adalid en uno de los autores actuales con más peso en su género. De hecho, los cacereños le han premiado con el galardón Más de 2016 lectores , que recogerá el martes. Precisamente por ello, el autor reveló ayer a este diario que ha llegado el momento de dar un giro a su trayectoria, "de evolucionar, de no encasillarme, de intentar llegar a todos los públicos", declaró. Su próximo trabajo será "de más profundidad, con elementos sorpresivos, pero no voy a dejar totalmente el hilo conductor de la historia ni abandonar mi personalidad como escritor", aclaró.

¿QUIEN FUE PILATOS? También acudió a la carpa de presentaciones el escritor y político Tomás Martín Tamayo en su nueva faceta como novelista, y además dentro del complicado género de la novela histórica. Sin complejos, el extremeño dejó claro que "los dos pasajes que se conocen de Pilatos, es decir, que se lavó las manos y que mató a Cristo, no fueron ciertos, ni uno ni otro". Y es que su obra, El enigma de Poncio Pilatos , fruto de un largo proceso de documentación de dos años a través de 54 publicaciones, revela la esencia de este personaje histórico manipulado por la ficción cinematográfica, un hombre erudito y jurista que no pudo actuar con coherencia en la provincia más conflictiva bajo el mundo de intrigas de Roma.

"La política ha cambiado poco, continúa la presión y la compraventa de cargos públicos. Las libertades del pueblo tampoco han avanzado tanto", reflexionó Martín Tamayo, que vive su última legislatura como diputado autonómico tras una carrera política de 30 años, y que pretende dedicarse por completo a la literatura, según confesó ayer.

Por su parte, el polifacético José Ignacio Urquijo, escritor, presidente de la Asociación de Ciencias Sociales de Extremadura y profesor del IES Hernández Pacheco y del Instituto de Ciencias Religiosas, también presentó ayer su libro La encomienda del rey Fernando , ambientado en lo que fueron las actuales tierras extremeñas en la dura Edad Media Baja (XIII), un trabajo que por su interés será presentado en la Feria del Libro de Madrid.

Los más pequeños también tuvieron ayer su espacio con la representación Miles gloriosus , cuentacuentos, talleres y actividades de fomento de la lectura.