La calle Rodríguez Moñino volvió a celebrar ayer la feria de San Miguel con una fiesta en mitad de esta céntrica vía cacereña. El objetivo es consolidar esta feria que durante años se festejó en la capital cacereña de la misma manera que se celebra ahora la feria de San Fernando, en el mes de mayo. Durante todo el día estuvo cortada al tráfico la calle y hubo animación infantil, música y gastronomía. Los 21 establecimientos de la vía sacaron a la calle una muestra de sus negocios para que los cacereños pudieran ver la variedad comercial que aglutina la calle. Este año, además, la decoración elegida ha sido el estilo marinero. «En Cáceres no tenemos mar y es una manera de traerlo. Cada año queremos hacer una decoración distinta», aseguró el modisto Sebastián Navarro, que tiene su taller en Rodróguez Moñino.

La fiesta también tuvo un tinte solidario. Se organizó una barbacoa solidaria (las raciones costaban 1 euro) y lo recaudado se entregó a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Asimismo actuó el Coro Rociero, que donó a este mismo colectivo lo que cobró por la actuación.

«Lo que pretendemos es que la gente conozca a los 21 empresarios de la calle. Llevamos todo el año haciendo cosas y notamos que ahora la gente sí habla de esta zona comercial», indicó el presidente de la asociación de comerciantes, Jorge González.

Los empresarios quieren consolidar esta festividad en el calendario cacereño y para ello, según afirmó la alcaldesa, Elena Nevado, que asistió al evento, contarán con la colaboración del consistorio, que ayuda con la peatonalización de la calle. «Estamos dispuestos a apoyarles con la peatonalización y con lo que haga falta. Es una manera de que se pueda disfrutar de la calle y de las compras», dijo Nevado.