--Cenó la noche del pasado miércoles en Nuevo Cáceres con un matrimonio joven, con una niña pequeña, a quienes no conocía de nada. ¿A qué conclusiones ha llegado?

--Se portaron amabilísimamente, fue entrañable. Ella pasó la tarde haciendo postres que me pudieran gustar. A los diez minutos estaba como en mi casa. Hablamos de todo. Salieron problemas como el poco tiempo que tuvieron para estar con su nuevo médico la primera vez que lo visitaron tras cambiar de barrio, la necesidad de que en los colegios haya oferta complementaria de servicios que no sean educativos... Hablamos del problema de la hipoteca, con los números que hay que hacer para que las cuentas cuadren. A veces los políticos no pensamos en esto. Entiendo que esta es una nueva forma de relación entre los políticos y los ciudadanos.

--Estas y otras ideas que está captando de los ciudadanos extremeños, ¿cómo se reflejarán en su programa electoral y, en su caso, de gobierno?

--Habrá cosas que me plantean los ciudadanos que entren dentro de programas generales, pero muchas irán en un apartado que se llamará el socialismo de las pequeñas cosas , donde aquello que los ciudadanos me proponen va a figurar incluso con los nombres y apellidos. Va a haber muchísimas cosas que cuando la gente vea el programa electoral se va a ver reflejada en ellas, va a decir: "Esto lo dije yo".

--Al margen del avance que supondrá el nuevo hospital, a día de hoy la sanidad cacereña tiene problemas cotidianos, como el retraso que está habiendo en la concesión de citas para el médico.

--En enero y febrero suele haber problemas. Recién vueltos de Navidad se producen acumulaciones de citas tras las vacaciones. Un segundo elemento es que hay muchas más patologías y hay más enfermos. Y en tercer lugar es que estamos incorporando nuevas ciudades a la cita previa. Estamos ajustando demanda con atención y estamos teniendo algún problema, pero se irán solucionando. A los afectados solo queda pedirles disculpas. El problema de fondo es que la demanda de consultas en atención primaria está creciendo año a año de forma espectacular. Yo creo que mientras más servicios se dan más gente está haciendo uso de ellos.

--Otro ejemplo es que muchas madres cacereñas se están sintiendo discriminadas por no tener acceso a la epidural.

--En teoría, a la madre que la requiere, debería ofrecérsele. Ruego que la persona que la haya pedido y no la haya podido tener, que me lo haga saber para investigar qué es lo que ha pasado. Puede haber algún día que no hallamos podido tener anestesista, pero no debe ser así de forma generalizada.

--Pasando a temas de infraestructuras, del 1 al 10, ¿qué grado de preferencia debe tener la autovía Cáceres-Badajoz?

--El mismo que las demás. Lo que nos queda por hacer en infraestructuras hay que hacerlo lo antes posible. Hay que ver qué necesita Extremadura en los próximos 20 años y hacerlo en los próximos 10. Como una de las mejores herencias que deja Ibarra es una saneada situación económica, estaremos en condiciones de poder abordar estos proyectos.

--Luego no tendrá prioridad...

--Es que la de Jerez a Zafra y la de Plasencia a Portugal llevan ya terreno avanzado, pero la decisión de hacer la autovía Cáceres-Badajoz está tomada y de hecho el primer tramo está ya adjudicado.

--¿Cuando veremos algún avance en el proyecto del aeropuerto internacional de Cáceres?

--Debemos tener una definición de las características del proyecto este mismo año para empezar a trabajar. Este es un proyecto no solo para Extremadura, se debe tener claro dentro y fuera de la región que se va a tener, a hora y cuarto de AVE de Madrid, un nuevo aeropuerto. A veces se tardará más al centro de Madrid en coche desde un barrio en hora punta que en AVE desde Cáceres. Esa es una ventaja que tenemos aprovechar.

--Si usted gobierna Extremadura, ¿en qué será lo primero que piense para Cáceres?

--Sin duda hay que ir a por la capitalidad cultural europea del 2016. Hay mucho trabajo por hacer y hay que convencer a los incrédulos de que esta no es una pose, de que tenemos todas las posibilidades de lograrlo. En un segundo nivel, hay que explicarle a la gente la realidad y darle información para erradicar esa sensación, que es verdad que existe en ciudades como Cáceres o Plasencia, de que aquí las cosas llegan más tarde y hay menos inversión.

--Hay muchos cacereños que opinan que trasvasar agua de Portaje al Guadiloba para mejorar el abastecimiento a la ciudad, como ha decidido el Gobierno, no es la solución óptima, y que lo ideal sería construir una nueva presa.

--Lo importante es que Cáceres tenga agua garantizada. Y también que todos hagamos un uso más racional del agua porque es un bien escaso, que empieza a ser caro además. Si el Gobierno ha tomado la decisión de trasvasar agua desde Portaje será porque es la más viable, aunque pudiera haber soluciones mejores. Lo que está claro es que el trasvase soluciona el problema actual.

--En Cáceres preocupa mucho que a partir de las 3 de la noche la ciudad quede ´muerta´ y no haya posibilidades de ocio. La Junta controla estos horarios, ¿tiene usted la solución?

--Debe haber un debate a ver qué opinan los cacereños y que propongan medidas. El problema del ocio es que hay que conjugar los derechos al descanso y al divertimento. El guarro gordo y barato es muy complicado. Tener todo el ocio nocturno metido en el corazón de las ciudades y que eso permita que todo el mundo descanse es complejo.

--Usted termina hoy su estancia de tres días en Cáceres. De su periplo por ambas provincias, ¿nota si pervive ese tradicional provincianismo?

--La gente tiene sus percepciones y sus sensibilidades, eso es incuestionable. En este contexto, creo que sería muy positivo el consejo de ciudades que propongo. Si ganamos las elecciones, antes de las vacaciones del verano me tengo que sentar con los alcaldes de las siete ciudades de la región para debatir medidas y decir lo que nos tengamos que decir mirándonos a la cara.