Helen, Ruth, Tim y María José preparan dulces y deliciosos desayunos vegetarianos importados desde Inglaterra con muesli, yogurt, fruta y miel, que sirven desde su alegre caravana verde y blanca en la plaza de San Mateo. Muy cerca, Gugu , Samuel y Fede cocinan unos sabrosos currys hindúes picantes, a elegir entre madras o vindadús , para chuparse los dedos. Y es que el Womad es el rey de los contrastes, el único capaz de encerrar los cinco continentes en unas cuantas calles y plazas. Ayer lo volvió a demostrar con su variado programa de actos paralelos: mientras los niños reían a carcajadas diseñando gorros imposibles y paraguas de la suerte, muchos adultos no podían contener las lágrimas frente a los cayucos o al pueblo saharaui en las proyecciones solidarias de la filmoteca. Todo un mundo a través de la ventana del Womad.

Las principales apuestas al margen de la música estaban ayer en San Mateo, con los puestos de los Sabores del mundo ; también en el Gran Teatro, con los talleres infantiles conducidos por Las Chicas del Sol, Cactus Crew y Siyaya; y por primer año en la Filmoteca de Extremadura, con un ciclo documental comprometido con el continente africano, que casi llenó la sala de proyecciones.

Cocina internacional

Si el Womad es un acicate para los sentidos, los Sabores del mundo despertaban ayer por lo menos tres: vista, gusto y olfato. Aunque este espacio recuperado en la presente edición no ha tenido en principio un gran eco, los siete puestos que se alinean en la plaza de San Mateo ofrecen una sabrosa y original solución para recuperar fuerzas entre concierto y concierto.

Por ejemplo el maffi de Senegal que preparó ayer Annie Menter junto con sus ayudantes, un plato de cordero cocinado a la forma tradicional de Africa Occidental con cacahuetes, verduras y legumbres. "Voy con los artistas del Womad por el mundo dando a probar mi comida de forma gratuita", explicó, mientras varios jóvenes senegaleses bailaban con ritmo trepidante sobre el escenario de Las Veletas.

En el resto de los puestos instalados hay que pagar, pero no mucho, entre 3 y 6 euros por persona. Llama especialmente la atención el Vegan Vegetarian , atendido por tres ingleses y una española, que tras recorrer los festivales británicos ha desembarcado por primera vez en Womad con una caravana de gastrodifusión , donde a la vez que te ponen una hamburguesa sin carne te entregan un folleto sobre las bondades de esta dieta para las personas, el medio ambiente y la lucha contra el calentamiento global. "En los festivales cada vez se demanda más la cocina vegetariana", explicó ayer María José, la española del grupo, orgullosa especialmente de sus hamburguesas y sus ricos falafels .

Y como en Womad todo es tolerancia, junto a los vegetarianos, tres hermosos pinchos de kebabs de ternera, pavo y pollo, cada uno de 15 a 20 kilos, eso sí, todos sacrificados por el rito árabe halal que proporciona una muerte dulce al animal. "Los servimos con verduras frescas recién cortadas y salsa de sésamo tostado con levadura de cerveza y aceite de oliva; o bien otra picante con ajo; o la ´salsiki´ griega de yogurt, pepino y oliva", explicaba ayer con todo detalle Dani, llegado desde Córdoba. A su lado, Elena, Meli y Manopli servían patatas asadas con su horno artesano y un montón de ingredientes alineados. "Ponemos unas 200 al día", precisaron.

Muy cerca, Marisol, de la Pizzería Flotante , procedente directamente del Viña Rock, hundía sus brazos en la esponjosa masa blanca "muy natural y digestiva". Y en la esquina, el puesto de comida asiática servía currys tailandeses, hindúes y japoneses, a base de leche de coco, citronela roja, verde y amarilla o salsa de cacahuete, entre otros condimentos de lo más exótico.

Mientras, en el Gran Teatro, los escolares pasaron una mañana especialmente divertida en los talleres del Womad, que continuarán hoy. James, Hilary y Steve, componentes del grupo Cactus Crew, les invitaron a elaborar sombreros disparatados, tocados, totems, estrellas fugaces y cactus sin una sola espina, además de adornos, banderolas y un lagarto de tres metros realizado en mimbre, que desfilará en la procesión final de mañana. "¡Mira que grandeeeeee...!", mostraban ilusionados los chavales del colegio Gabriel y Galán, mientras daban forma al lagarto.

A su lado, los alumnos del centro Nuestra Señora de la Montaña disfrutaban confeccionando paraguas de colores para el monzón hindú con Las Chicas del Sol, un trío formado por tres jóvenes inglesas, Sandrine, Nicola y Nancy, que elaboran estos paraguas de la suerte, además de sombreros de nubes y una gran estructura en forma de rana. "Es mucho mejor que hacer los deberes", comentó Elena, de 9 años. "A mí todavía me gusta más la música del Womad, mi madre me lleva a algún concierto", confesó su amigo Angel.

Pero además, los chicos cantaron y bailaron al ritmo de las danzas ancestrales africanas con el grupo Siyaya, de Zimbawe, que fue capaz de agotar las pilas de todos los escolares. Los tres conjuntos volverán hoy al Gran Teatro para seguir derrochando imaginación junto a los niños.

También durante la mañana, pero con un ambiente muy distinto, se desarrolló el ciclo de cine documental en la filmoteca con dos proyecciones: Cayuco , de María Miró, que relata la realidad de la inmigración ilegal --el principio y el fin de este peligroso viaje desde el punto de vista de los propios protagonistas--; y Mariem Hassan, la voz del Sahara , dirigido por Manuel Domínguez, que ha acompañado a esta artista tan representativa en sus giras por el mundo. Hoy ofrecerá un taller en Las Veletas y un concierto en la plaza de San Jorge.

Un programa de cine

Después de cada documental se celebraron mesas redondas con los directores de ambos trabajos, además de la directora de Radio 3, Lara López, y la propia Mariem Hassan. Al término de Cayuco las lágrimas eran más que evidentes entre el público, muy afectado. "Me parece una gran idea ampliar el Womad y su mensaje a todos los espacios y manifestaciones culturales posibles", subrayó Lara López, asidua al festival desde sus inicios.

La directora de Radio 3 también confirmó la gran vinculación que siempre ha existido entre su emisora y Womad Cáceres, "porque somos gente con la misma filosofía, con ganas de generar nuevas tendencias y cambiar el mundo. La música nos permite poner el foco sobre ciertas realidades y darlas a conocer", explicó. El tándem, a su juicio, es idóneo: "Womad lo hace y nosotros lo contamos", dijo, muy satisfecha por disfrutar de nuevo "de esta ciudad y su casco histórico, el más maravilloso del mundo".

Finalmente, y tras defender tanto la trayectoria como el cartel del Womad, "que cumple con su filosofía de traer calidad en todos sus artistas, y no solo una gran cabeza de cartel", Lara López lanzó una reflexión: "Cáceres y Womad deben recobrar su interrelación, hacerla más fluida".