Cáceres ya tiene su certamen de cine, su gala y sus estatuillas, pero desde ayer también luce su alfombra roja, y además con dos peculiaridades que la hacen muy singular: está a los pies de todos los cacereños, no solo de las estrellas, y su tamaño no admite competencias (120 metros de largo por 4 de ancho). El XVI Festival Solidario de Cine Español ya se encuentra en pleno rodaje y pisa fuerte, con la novedosa inauguración de un bulevar de cine en la calle San Pedro flanqueado por las obras creativas de 19 artistas sobre la gran alfombra roja, que ya es comentario general. Pero además, ayer fue un día muy significativo puesto que también arrancaron las proyecciones de las secciones oficiales, las veladas Cena+Cine y el I Certamen de Escaparates .

La fundación Rebross, organizadora del festival, pretende que Cáceres viva y respire cine estos días. De momento el mensaje ya ha llegado a miles de ciudadanos con la peculiar musealización de la calle San Pedro como antesala del Gran Teatro, bajo el nombre Calle Mayor . Los cacereños, extrañados, se topaban ayer con la alfombra roja y algunos bromeaban emulando a las estrellas. Incluso se ha instalado un photocall para que todos puedan fotografiarse como lo harán los premiados en los San Pancracios (día 7). Pero lo más llamativo son la veintena de creaciones inspiradas en el cine español, sobre soportes publicitarios, realizadas por artistas extremeños y por José Manuel Ciria, que ha enviado su trabajo desde Nueva York.

La exposición, con sistemas especiales de iluminación y seguridad, recorre casi todas las manifestaciones de la creación gráfica y se aborda desde puntos de vista variopintos: por ejemplo la nostalgia, con el homenaje de Javier Remedios a Buñuel; la inocencia, con el guiño de Abigail Narváez a Sor Citröen ; el humor, con el Desayuno con migas que Juan Manuel Barrado ofrece a Audrey Hepburn; la crítica, con La mala educación , de Tete Alejandre; o el arraigo, con la entrañable foto del rodaje cacereño de La Celestina , de Luis Casero. "Es una idea realmente bonita, aporta otro toque a la ciudad", agradeció la alcaldesa en la inauguración.

Pero el festival no solo se ve, también se saborea. Desde ayer, 22 restaurantes fusionan cine con fogones y ofrecen menús de película . Los comensales, que reciben entradas para las proyecciones, pueden degustar Los girasoles ciegos del Hotel Extremadura a base de presa de ibérico con risotto de hongos y espárragos grillé; o bien un plato de Solo quiero caminar en El Figón, a modo de lomo de jabalí con guindas y piñones; o bien El bosque animado , con carpaccio de setas y brotes, que elabora el restaurante Eustaquio Blanco, donde se ofrecen varias delicias a elegir.

Paralelamente, trece comercios se han sumado al I Certamen de Escaparates de Cine y muchos