Todos con Haití. La música, el humor y el arte transformaron ayer los espacios del Gran Teatro en un gran escaparate para la causa solidaria de la Asociación de Músicos de Extremadura (Amex). Al cierre de esta edición, los organizadores calculaban que habían recaudado cerca de 9.000 euros, a falta del balance final ya que las taquillas seguían abiertas hasta la medianoche.

La convocatoria, con 24 grupos y el apoyo del Gran Teatro, había logrado atraer a cerca un millar de espectadores a las diez de la noche, según el cómputo de Amex tras llenar a mediodía en el ambigú y con una fenomenal respuesta de público a la hora del café en el patio de butacas. Y es que no hizo falta hacer más llamamientos. Ni el mal tiempo ni la triple oferta en bloques de conciertos despistaron a los seguidores de New Combo Jazz, Pronóstico Reservado y Spanglish que, presentados por el humorista Cabuvy, fueron los primeros en abrir la jornada en el ambigú, a tope cuando Spanglish hacía disfrutar a ritmo de pop pasadas las tres de la tarde.

Con todas las entradas vendidas, padres con sus niños y jóvenes calentaban motores antes de que, a partir de las 17 horas, comenzarán las actuaciones en el escenario principal a cargo del Coro Rociero, el Grupo de Baile Flamenco Jesús Custodio, el tenor Alonso Torres y la cantante Raquel Palma. Más de 400 espectadores --el 80% del aforo, según el Gran Teatro-- se dieron cita en el patio de butacas mientras El Viaje de Rose y Laura se preparaban para volver a dar ambiente al ambigú de 19 a 20 horas, esta vez con un público muy joven que disfrutó con la banda pacense y la rapera cacereña.

A falta de los conciertos de la noche y la madrugada --aún quedaban ocho grupos más desde las diez de la noche a las dos de la madrugada --, Alfonso Búrdalo, portavoz de Amex, habló de "éxito total" porque en el pase de mediodía se habían agotado las entradas y hubo público que tuvo que quedarse en la calle, junto a la estupenda respuesta a los conciertos de la tarde.

Búrdalo se mostró "sorprendido por el tirón de Franquete y todo su público" e hizo hincapié en "la mezcla de edades" que el festival había logrado reunir en la bombonera de San Antón. "La idea era sacar la máxima recaudación y por eso utilizamos la fórmula de hacer tres festivales pequeños en uno", recalcó.

Asimismo, indicó que a los 9.000 euros por venta de entradas registrados a las 20 horas había que sumar aún los ingresos por la barra, la fila cero y el mercado de arte. El gasto principal fue de cobertura técnica.