Fernando Barrero, cocinero de la Asistida y socio de la Asociación de Vecinos Puente de San Francisco, se encargó ayer de la organización del cocido que tradicionalmente cierra las fiestas de la barriada y que logró congregar a más de 300 personas del barrio en torno a un puchero para chuparse los dedos que se sirvió, como es tradición, en la plazuela.

Veinticinco kilos de garbanzos fueron necesarios para atender a tanto comensal; un cocido gigante en el que tampoco faltaban la morcilla, el chorizo, el tocino, la ternera... La preparación comenzó a fraguarse el miércoles y ayer, desde las nueve de la mañana se estuvo trabajando. "La olla ha habido que llevarla entre cuatro personas", decía ayer un satisfecho Juan Burgos, presidente vecinal, que destacó la elevada participación que este año han tenido las fiestas. Ayer se aprovechó para entregar los premios de los concursos. No faltaron la música ni las camisetas de EL PERIODICO EXTREMADURA y Prosegur que lucían numerosos vecinos del barrio.

En Moctezuma también pusieron punto y final a un programa repleto de actividades. Y lo hicieron con una chuletada que se sirvió en la explanada de la casa de cultura de la barriada. Una charanga amenizó el acto.

Hubo 75 kilos de chuletas y 50 panes grandes, además de la sopa de tomate y el ponche y la sangría a las puertas de la parroquia Virgen de Guadalupe, que se sirvieron tras la misa dedicada a la patrona de Extremadura. Unas 700 personas, entre socios y colaboradores, pasaron por la chuletada, en cuya preparación participaron nueve personas, según indicó el presidente del colectivo vecinal, Miguel Serrano, que tampoco faltó a la cita.

La entrega de trofeos tuvo lugar por la noche en un acto en el que se hizo entrega de una placa a la familia de Francisco Piris Expósito, en reconocimiento a su labor ejercida desinteresadamente en la asociación.