La Fiscalía no da el visto bueno a la reapertura del pub Submarino, uno de los locales de la Madrila que sigue cerrado por orden judicial a raíz de la querella de Cacereños Contra el Ruido, al entender que su licencia de bar solo le permite tener aparatos de televisión y no de música.

El informe con las conclusiones del Ministerio Público ya ha sido enviado al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 6 de Cáceres, que lleva el procedimiento, para que se pronuncie. En caso de hacerlo de forma favorable a la reapertura, Cacereños Contra el Ruido ya ha anunciado que impugnara la decisión, lo que supondría que sea la Audiencia Provincial la que tuviera que decidir.

En cualquier caso, y ante la petición del abogado del Submarino realizada a finales de diciembre basándose en que se había instalado un limitador de ruido en el local, la Fiscalía reitera en un escrito con fecha del pasado día 22 lo que ya comunicó a las partes el día 16 de este mismo mes: "que no se opone a que se levante la prohibición de empleo de aparatos de televisión, sin ningún tipo de añadidos que aumenten su potencia acústica". La Fiscalía deja claro que el establecimiento "no tiene autorización para el empleo de un equipo de música o reproducción sonora", en virtud de la actividad de ocio que tiene clasificada como "bar", según contempla la Ordenanza Municipal sobre Protección de Medio Ambiente en Materia de Ruidos y Vibraciones de junio del 2009.

La tesis de la Fiscalía no coincide con los argumentos de la defensa del Submarino, que había basada su solicitud asegurando que el limitador "era suficiente para que el local no emita ruidos por encima de lo permitido". Según el letrado Angel Luis Aparicio, este hecho "supone un cambio y una modificación en lo que en su día supuso el cierre al considerar que infringía la normativa, fundamentado en que no existían una serie de medidas que pudieran evitar esa emisión de ruidos a las viviendas afectadas" en la Madrila.

CONTROLES En cualquier caso, el Ministerio Público precisa que, incluso levantando la prohibición de empleo de aparatos de televisión sin añadidos que aumenten su potencia acústica, insta "al control en los mismos términos que para el resto de locales, con inspecciones quincenales de los resultados de los limitadores por la policía local".

Cacereños Contra el Ruido ya expresó cuando se presentó el escrito para la reapertura del Submarino --sería el quinto de los ocho locales en poder hacerlo tras el levantamiento de la medida cautelar de cierre para Down, Latinos, Pasadena y Barroco-- que estaba en contra porque cuenta con autorización de "café-bar", por lo que su situación no puede equipararse a la de otros establecimientos. "Aunque ponga un limitador, no puede tener música porque carece de licencia de discoteca o café-concierto", afirmaron fuentes del despacho Area Abogados, que defiende a los vecinos.

Con estos argumentos, los asesores jurídicos de Cacereños Contra el Ruido entienden que lo que debe hacer el Submarino es solicitar un cambio de licencia, siempre y cuando adapte el local a las condiciones de la normativa vigente para poder obtener la nueva clasificación.