Tras cinco intensos días de vistas, el juicio por el crimen de un matrimonio ocurrido en el 2008 en su vivienda de la urbanización Montesol, en la barriada de la Mejostilla, quedó ayer concluido, pendiente ya tan solo del veredicto del jurado. Este tendrá que determinar si los acusados --la brasileña Angela Aparecida da Cunha, que fuera asistenta de los fallecidos; Rafael Sánchez García, su chófer en el momento de sus muertes; y Manuel Romero Bravo, su antecesor en el puesto-- son o no culpables de los crímenes, quién o quiénes los cometieron, o si ninguno lo hizo.

Por el momento, para Juan Francisco Merino, fiscal encargado del caso, la única autora de los crímenes sigue siendo Angela Aparecida. Así lo manifestó ayer en sus conclusiones definitivas, aunque si bien con una modificación sobre las provisionales por las que eleva de 33 a 38 los años de prisión que solicita.

Y es que en su caso, en sus conclusiones provisionales, y por las "terribles" muertes de Juan Antonio Torrecilla y su mujer Mercedes García de las Heras, imputaba a la asistenta un delito de asesinato y otro de homicidio, por los que solicitaba una pena de 33 años de prisión (14 por el homicidio y 19 por el asesinato). Pero tras las pruebas testificales y periciales aportadas en el juicio la acusa de dos delitos de asesinato, por los que solicita una pena de 38 años de cárcel (19 por cada uno) y suma además la imputación de una falta de hurto, por la que solicita se le imponga una multa de 183 euros.

Considera probado, en definitiva, que Angela Aparecida asesinó al matrimonio en el salón de su casa y posteriormente, tras lavarse y recorrer la vivienda, se marchó llevándose la cartera de Juan Antonio Torrecilla.

También Santiago Hurtado, abogado de la acusación particular (ejercida por los tres hijos de los fallecidos), modificó sus conclusiones provisionales. Este acusaba inicialmente de los crímenes, de dos delitos de asesinato, tanto a la ya citada Angela Aparecida como a Rafael Sánchez y Manuel Romero, pero ayer exculpó a este último del crimen.

En definitiva, sigue culpando a Angela Aparecida y a Rafael Sánchez de dos delitos de asesinato, uno de allanamiento de morada y otro de robo con violencia en casa habitada, por los que pide 48 años de prisión para cada uno; mientras que a Manuel Romero le acusa exclusivamente de un delito de encubrimiento, al considerar que alojó en su casa a la asistenta tras cometer el crimen y que fue él quien tiró a la basura la bolsa con las pruebas del mismo --la ropa manchada de sangre y posiblemente también las armas utilizadas, un bate de beisbol y una navaja--. La pena que solicita para él es de tan solo 1 año de prisión, ya que también estima de aplicación en su caso la atenuante de drogadicción.

Por su parte, los abogados de las defensas mantuvieron su petición de libre absolución para los tres acusados, pero en el caso de Crescencio Canelo, abogado de Rafael Sánchez, y de Eladio Barrantes, defensor de Manuel Romero, introdujeron en sus conclusiones definitivas una petición referente a las costas no

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