Por un presunto error en el registro de una de las viviendas las defensas habían pedido la nulidad del juicio por drogas que el viernes pasado se inició en la Audiencia contra tres vecinos de Plasencia, pero finalmente se celebró. Y aún más, el fiscal mantuvo la petición de 17 años de prisión para los tres acusados, un matrimonio y una mujer vecinos del barrio placentino de San Lázaro.

Tras la visita que el viernes, tras la suspensión del juicio, hicieron magistrados, abogados y policías a Plasencia para inspeccionar la vivienda objeto de la polémica, a las 10.30 horas de ayer se reanudó la vista, que concluiría pasadas las cinco de la tarde.

Los hechos por los que los tres acusados fueron juzgados se remontan al verano del 2007, cuando en el transcurso de una operación policial contra el tráfico de drogas en su barriada, y a raíz de que un conocido toxicómano de la ciudad señaló a ambas mujeres como quienes le habían vendido en más de una ocasión, se llevó a cabo la entrada y registro de sus respectivos domicilios. El mencionado toxicómano declaró ayer en el juicio como testigo protegido y de nuevo reconoció a ambas mujeres como las que el 3 y 4 de agosto del 2007 le vendieron papelinas en sus respectivas viviendas.

En el de María M. F. y Angel V. S., en la calle Calzada de San Lázaro, la policía intervino casi 60 gramos de droga, en concreto 26,87 gramos de cocaína, 31,43 de heroína y 0,48 gramos de hachís, pero pese a esta incautación los acusados negaron dedicarse a la venta de drogas. El acusado manifestó que entonces él consumía, pero aseguró que nunca tuvo en casa más de dos o tres gramos.

Su mujer, por su parte, aseguró que "jamás he vendido droga", y señaló no saber "cómo ha llegado esa droga a mi casa", así como tampoco de dónde había salido la balanza de precisión que la policía intervino junto con la droga. Y sobre el dinero intervenido ambos señalaron que procedía de las distintas actividades que tienen para vivir, como la venta de chatarra, la venta de lotería o de ropa.

También negó cualquier relación con la venta de drogas Azucena P. S., en cuya vivienda, en la calle Millán Astray, tan solo se intervino un cofre con una cucharilla con restos de polvo blanco, que la acusada dijo era de su marido que entonces era consumidor; dinero en metálico y diversas joyas.

A los tres se acusa de un delito contra la salud pública por el que el fiscal pide 5 años de prisión para Azucena P. S., y 6 años de prisión y multa de 30.000 euros para cada uno de los otros dos.