Un total de 22 años de prisión solicita el Ministerio Fiscal para Brígido M. R. y Alejandro C. P., los dos presuntos autores del secuestro y robo que hace casi un año sufrió un taxista. Ambos acusados tienen ya varias condenas por diferentes robos.

Al primero, que por esta causa se encuentra en prisión desde su detención, le constan, entre otras, una condena de 4 años y 2 meses de prisión y otra de 2 años y 8 meses, de la Audiencia de Tarragona, por delitos de robo con violencia e intimidación; y al segundo, una condena de un año de prisión, del Juzgado de lo Penal de Mérida, por un delito de robo en casa habitada.

Ahora, cada uno de ellos se enfrenta a 11 años de prisión. Brígido M. R. y Alejandro C. P. serán hoy juzgados en la Audiencia Provincial de Cáceres, acusados de un delito de robo violento, por el que el fiscal pide para cada uno de ellos cinco años de prisión, y un delito de detención ilegal, por el que se solicitan seis años de prisión para cada uno. El fiscal solicita, además, que ambos indemnicen solidariamente a su víctima con 4.205 euros --3.000 por los daños psíquicos ocasionados, 485 por los efectos que le sustrajeron y 720 euros por el dinero robado--, además de con la cantidad en que los peritos hayan tasado los daños ocasionados en el coche.

ALARMANTE SUCESO Los hechos por los que hoy serán juzgados tuvieron lugar el 17 de julio del 2004. Según recoge el fiscal en sus conclusiones provisionales, sobre las 18.45 horas de dicho día Brígido M. llamó desde una cabina telefónica situada en la plaza de Montánchez a un taxista, requiriéndole sus servicios para un desplazamiento hasta Arroyomolinos. I. G. B. acudió con su taxi y los dos acusados se sentaron en el asiento trasero. Le indicaron que les trasladara a Arroyomolinos, pero cuando había recorrido unos 300 metros "Brígido sacó una pistola y la empotró contra el respaldo del asiento del conductor al tiempo que con la otra mano le cogía por el cuello y le gritaba: "para el coche o te mato"".

Tras detener el taxi, Alejandro le ató las manos y pies con cinta adhesiva y le hizo sentarse en el asiento del copiloto, mientras que Brígido se sentaba en el del conductor para dirigirse a un paraje solitario situado a unos dos kilómetros. Ya en el lugar elegido, tras arrebatarle una cadena de oro y una medalla que llevaba el taxista al cuello, la cartera, y exigirle que les diera el número de la tarjeta de crédito, "le sacaron del coche y le ataron a un árbol, dejándole abandonado e inmovilizado en el campo, hasta que, por su propio esfuerzo, consiguió romper las cintas y acudir a la Guardia Civil para denunciar los hechos".

Mientras tanto, sus secuestradores se habían desplazado con el vehículo de su víctima hasta Montánchez, y tras repartirse los efectos sustraídos --un móvil, unos prismáticos, unos 500 euros en billetes y una cartera--, dejaron el taxi abandonado y en el vehículo de Brígido se desplazaron hasta Mérida, donde hacia las 20.45 horas efectuaron un reintegro de 220 euros con la tarjeta sustraída al taxista.

El mismo día, sobre las 21.30 horas, fueron detenidos por la policía local de Mérida en la carretera El Palo de esta ciudad. Se les intervinieron las armas utilizadas en los hechos: un cuchillo de caza y la pistola, "que resultó ser una pistola simulada de color negro, que por sus características físicas presentaba una gran similitud con las verdaderas y de fuego real", y algunos de los objetos robados al taxista.