La consejera de Cultura, Leonor Flores, salió ayer en defensa de los músicos extremeños e insistió en la idea de que la calidad del festival "se ha ido mermando con el paso del tiempo" tras recordar sus inicios en 1993. Aunque se esperaba el primer encuentro con la directora de Womad, Dania Dévora, éste no llegó a producirse por la ausencia de ésta última. Vestida de amarillo y negro, Flores dijo que hacía falta "darle un empuje importante para ganar en calidad y en conciertos" y abogó por impulsar la producción musical: "Los músicos necesitan sus espacios, dentro y fuera de Extremadura, para que sean conocidos". La titular de Cultura confesó "haber sido una gran aficionada al Womad" y pidió que esta edición "sirva para aprender a convivir y divertirse".

Por su parte, Anne Menter, directora de la Fundación Womad, dijo que "no hay un lugar mejor en España y un público más entusiasta" que en Cáceres para este certamen y sugirió que la ciudad pueda servir de sede para las actividades de la fundación. También se mostró "orgullosa" de que las instituciones hayan apoyado una edición más y apuntó que "Womad en Cáceres es una casa desde casa".