La Ribera del Marco siempre ha proporcionado legumbres y hortalizas muy apreciadas, y algunas tan propias de Cáceres como los repollos para buche, las ciruelas claudias o las lechuguitas de mayo. Las modernas formas de consumo hicieron que poco a poco se abandonaran estas antiquísimas huertas, dejando paso a la maleza. Sin embargo, las nuevas tendencias hacia la alimentación sana y los hábitos respetuosos con el entorno están resucitando el interés por la producción local, y algunas tierras cobran nueva vida.

El ayuntamiento empujará este carro y nunca mejor dicho. ¿Saben que es un food truck? Se trata de un anglicismo para referirse a una gastroneta o vehículo grande acondicionado para elaborar y vender comida en la calle. Están de moda y además con distintas variedades, desde comida rápida hasta platos gourmet. Pues bien, el ayuntamiento tiene previsto convertir, a través del plan DUSI, un autobús o furgoneta en un food truck orgánico que suministrará en distintos puntos productos ecológicos procedentes de las huertas de Cáceres o sus proximidades, elaborados dentro del concepto slow food (comida lenta, en contraposición a fast food o comida rápida). La inversión prevista asciende a 190.000 euros.

«Slow food es un movimiento que comenzó en Italia hace 30 años. Entraña toda una filosofía de consumo que se plantea de dónde vienen los alimentos, qué manos los producen, si proceden de especies amenazadas...», explica Susana Sancho, hortelana del Marco. Ya reúne más de un millón de seguidores en 150 países. El food truck cacereño ayudará tanto a las huertas locales como a estos hábitos más responsables.