Frédéric llegó a la ciudad hace tres años, la primera vez que estuvo viviendo en Cáceres fue con una beca Erasmus y al acabar sus estudios volvió a su casa en Isla Reunión, departamento de ultramar de Francia situada en el océano Indico. Luego estuvo trabajando en Inglaterra, pero un amigo que estaba en Cáceres le ofreció trabajo y casi sin pensárselo se vino. Desde entonces trabaja en Ecoficus, que se dedica a la producción de higos ecológicos y él se encarga entre otras cosas de las relaciones comerciales con el exterior.

Además del trabajo a Fred, como le llaman sus amigos, lo que le atrajo hasta aquí fue el ambiente de la ciudad y sus gentes "los extremeños son muy buenas personas", comenta, además ahora se ha echado una novia cacereña por lo que de momento no piensa en regresar y no le importaría que su futuro estuviese aquí. A Fred le parece que hay "cierto" movimiento cultural en la ciudad, echa de menos "salas conciertos como las que hay en Badajoz".

Isla Reunión se encuentra a 10.000 kilómetros de Francia, se trata de un entorno casi paradisíaco en el que el 80% no está habitado. Fred echa de menos la isla pero sobre todo a su familia y amigos y ver el mar de manera cotidiana, aunque aquí dice sentirse muy a gusto.

Piensa asistir a algunas actividades del programa ExtreFrancia, pero se queja de la poca publicidad que se le ha dado este año. Para él esta es una buena oportunidad de acercar la cultura más actual de Francia a la región y más ahora que Cáceres lucha por ser capital europea de la cultura en el 2016, así destaca la proyección de óperas primas en la filmoteca.