Un incendio ocurrido en la noche del pasado domingo en Aldea Moret provocó el pánico entre los vecinos del número 45 de la calle Jesús Nazareno. El fuego afectó a cuatro viviendas de la segunda planta, una de las cuales quedó totalmente arrasada por las llamas y donde se originó, al parecer, tras quemarse la falda de la camilla de un brasero.

Como consecuencia del siniestro, y según informa el Servicio de Emergencias 112, un total de 20 personas tuvieron que recibir asistencia médica al resultar intoxicadas por inhalación de humo. Todos los afectados fueron dados de alta en el lugar y no fue necesario su traslado a ningún centro hospitalario.

La gravedad del incendio fue considerable y obligó a la evacuación total del edificio. Los bomberos tuvieron que emplearse a fondo y rescataron a dos niños que se encontraban en el piso superior al lugar donde tuvo lugar el siniestro. Un portavoz del parque del Sepei indicó ayer que no corrieron peligro, aunque "estaban bastante asustados".

EL DISPOSITIVO

Las labores de extinción se prolongaron durante más de una hora y media. Fueron los propios vecinos los que dieron el aviso al 112 a las 21.38 horas. A pesar de ello, los bomberos no recibieron comunicación alguna hasta las 22.45 horas y no concluyeron las tareas para apagar el fuego hasta las 0.30 horas.

El siniestro causó una fuerte conmoción en Aldea Moret donde la familia propietaria de la vivienda es muy conocida. Los padres, con dos hijos de corta edad, se dedican a la venta ambulante y llevan toda la vida viviendo en el barrio. Según destacó Guadalupe Iglesias, presidenta de la Asociación de Vecinos Santa Bárbara, se han criado en Aldea Moret y el siniestro les ha obligado a trasladarse al domicilio de los padres de la madre, que residen en la plaza Primero de Mayo, muy cerca del lugar donde ocurrió el incendio en la noche del domingo.