Castiza y querida por los cacereños, Fuente Concejo es la más antigua y popular de toda la ciudad. Fue el noble cacereño Alfonso Golfín quien la mandó construir a mitad del siglo XV con piedra de granito y depósito abovedado. Su uso ha recreado leyendas y envuelto a este lugar de tanto romanticismo que la del Concejo ha sido objeto de multitud de fotografías, publicaciones, exposiciones y referencias históricas a oficios ya perdidos como los de las lavanderas o los aguadores.

Numerosos documentos históricos la sitúan como la fuente de mayor abundancia y finas aguas, aunque tuvo que ser clausurada en junio de 1964 por orden gubernativa ya que estaba contaminada y representaba un peligro importante para la salud pública, especialmente por las fiebres tifoideas de los años 50 y 60.

La Escuela Taller de la Universidad Popular de Cáceres la ha restaurado en varias ocasiones y ahora el ayuntamiento vuelve a ejecutar una actuación que pasa también por la puesta en marcha de su sistema de bombeo.

Fuente Concejo conserva un antiguo blasón, el más antiguo de los escudos reales que se conocen en Cáceres, con el cuartelado de Castilla y León. Es, por tanto, anterior al reinado de Isabel I y Fernando V, según recrea el historiador cacereño Francisco Acedo en su serial Paseo por la eternidad . Este escudo, que ahora será restaurado, podría remontar su origen (por la tipología de labra) a los tiempos en que Cáceres, contra su fuero, fue señorío de Enrique IV, siendo príncipe de Asturias.