Los vecinos de Fuente Rocha pidieron ayer que se restituyan las tuberías del barrio para acabar con las sucesivas averías que se producen en la zona y mejorar la presión y la calidad del agua. "Cada parche que ves en la calle es el parche que ha dejado el reventón de una tubería", explicaron ayer los vecinos a este diario en un recorrido por las vías más afectadas: Concordia y Generosidad. Entre ambas acumulan una docena de parches de otras tantas roturas en el último año, aunque al menos uno de ellos --en la mitad de la calle Generosidad-- se ha reabierto en dos ocasiones tras nuevos reventones en la tubería ya reparada.

Dos metros más abajo de ésta se evidencian los restos del último reventón: una zanja de más de tres metros de largo, y hasta metro y medio de ancho, a medio tapar y en mitad de la calle. Fue el sábado 18 de octubre y les dejó casi 12 horas --desde las cuatro de la tarde a las dos de la madrugada-- sin agua."Fue uno de los peores reventones, junto con el que se produjo en ese mismo tramo de la calle, cuando se mezclaron agua limpia y aguas residuales", indicó Tomás Rodríguez, uno de los primeros vecinos del barrio, y uno de los que instaló, hace cuatro décadas, las tuberías que piden renovar.

Afirman que los problemas se han incrementado a medida que ha ido creciendo el barrio. "Cuando pusimos estas tuberías no éramos más de 40 vecinos, y ahora somos 300", explicó Julián Santano, otro de los residentes de Concordia desde finales de los 60.

Recientemente, y para evitar nuevas roturas se instaló un regulador de presión que no ha resuelto el problema y que ha agudizado otros: la escasa presión y la suciedad con la que sale el agua. Como consecuencia, en este caso, muchos calentadores de gas no consiguen arrancar y el agua de los termos eléctricos sale sucia. "Sale negra. Y en 13 años que llevo viviendo aquí no he conseguido que salga bien", indicó Guadalupe Rodríguez, vecina de la calle Amistad. Es una de las más jóvenes de este barrio donde la mayoría de los residentes son ya ancianos. Ellos han recurrido a métodos tradicionales, como acumular agua en tinajas, para esquivar los problemas que suceden a las averías (cortes de agua y agua embarrada).

ESCRITO AL AYUNTAMIENTO Además, cansados de la situación, uno de los vecinos, José Borrella, entregó ayer un escrito en el ayuntamiento y en Canal de Isabel II, en el que las rúbricas de 134 vecinos que ha recogido en una semana ponen de manifiesto el malestar que existe en la zona por los problemas del agua. En ese documento reclaman que se restituyan unas tuberías que consideran "obsoletas e insuficientes", para abastecer correctamente a los vecinos. No ocultan además que el hecho de que se trate de tuberías de fibrocemento (cuya instalación ya está prohibida) les preocupa "por la posible toxicidad del material por el que se conduce el agua que bebemos", cuestionó Borrella.