El Ayuntamiento de Cáceres continúa realizando gestiones para crear un fundación que aglutine y dé forma jurídica al patrimonio artístico de arte contemporáneo de propiedad municipal, entre en el que se encontraría la Colección Mocaral.

Según informa la agencia Efe, la concejal de Cultura, María José Casado, resalta que la "única" forma de darle cabida a ese patrimonio sería a través de una fundación, que funcionaría de una manera "externa" al ayuntamiento, con capacidad jurídica propia.

Casado indica que tras sucesivas reuniones con el dueño y el representante de la colección de arte Mocaral, el Gobierno local, a través de la Concejalía de Cultura, le ha ofrecido la posibilidad de firmar un acuerdo.

Esa fundación daría cabida a todo el patrimonio artístico de obras de arte contemporáneo que sean de titularidad del ayuntamiento, por adquisición o donación, "o como en este caso se pretende la cesión temporal de las mismas".

En cualquier caso, asegurado que el ayuntamiento mantiene el compromiso "firme" de poner los medios para que la colección Mocaral permanezca en la ciudad con todas las garantías legales para ambas partes.

Esta fundación sería el órgano encargado de su gestión, por lo que la corporación propone que una vez creada y aprobados sus estatutos de funcionamiento, pueda firmarse un acuerdo con el propietario de la obra, Javier García.

Todos los grupos municipales manifiestan su interés porque esta colección se quede en la ciudad, siempre que se cuente con los requisitos preceptivos que esto conlleva.

La Colección Mocaral está compuesta por más de 400 obras, algunas de ellas de autores como Picasso, Miró o Tapies. La mayoría son obras del siglo XX, nacionales e internacionales, y además de pinturas, hay esculturas, fotografías y obra gráfica.

María José Casado menciona que la pretendida fundación también acogería obras de otras colecciones, como de Massa Solís, o incluso de la Bienal Iberoamericana de Grabado y Arte Gráfico, "cuyo fondo aumenta cada años de forma considerable".

Con esta nueva figura jurídica ya se podrían propiciar intercambios de obras con otras instituciones o museos, o simplemente desplazar una colección a otro emplazamiento temporal en otra ciudad, "sin que esa fundación debiera estar integrada por una entidad financiera, porque sólo con el valor de las obras ya se autopatrocinaría", apostilla.