Unidas Podemos sopesa la vía jurídica para instar al PSOE a retirarla definitivamente.

Con motivo del aniversario de la Constitución Española, la asociación Extremadura Laica promovió ayer un acto reivindicativo para que se haga efectiva la retirada de la Cruz de los Caídos, en cumplimiento, afirma, de la Ley de Memoria Histórica de 2007, de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Extremadura de 2019, y de un acuerdo unánime del pleno municipal de Cáceres en 2004, con Saponi como alcalde, a propuesta de IU, para remodelar la Plaza de América con un monumento a la paz. El acto de ayer, que reunió a unas decenas de personas, consistió en colocar lazos en todas las barandillas que rodean la plaza, Se sumaron Izquierda Unida, la Asociación Memorial en el Cementerio de Cáceres (Amececa), Unidas Podemos y Juventud Comunista.

La última noticia al respecto tuvo lugar en marzo, cuando Carles Mulet, senador de Compromís, preguntó por la retirada de la Cruz de Cáceres. El Gobierno, en su respuesta parlamentaria, le aseguró que el ayuntamiento debería hacerlo para cumplir con la Ley de Memoria Histórica. En una segunda interpelación de Mulet, el Ejecutivo matizó que le bastaban las declaraciones realizadas por el alcalde, el socialista Luis Salaya, quien explicó que se recabarían los informes necesarios para dar «una solución respetuosa» a la Cruz, insistiendo en que en Extremadura «todas» las instituciones trabajan por la Memoria Histórica, y que «no es un asunto desatendido». De fondo también se alega el presupuesto que exige este traslado en tiempos de pandemia.

Pero el asunto no avanza al ritmo que quisieran los colectivos que se sumaron ayer a la reivindicación, que no ven clara la intención de retirar el monumento. Entre ellos Unidas Podemos, que además forma parte de la corporación cacereña y su apoyo es decisivo para la estabilidad del Gobierno local. El concejal de la formación, Ildefonso Calvo, volvió a pedir ayer «el cumplimiento del mandato plenario del año 2004» y de las dos normativas de Memoria Histórica, la nacional y la regional. «No se ha hecho absolutamente nada en este sentido. El Gobierno ya le ha reclamado al Ayuntamiento de Cáceres que proceda a la retirada de la Cruz por ser un símbolo no acordé a la ley», subrayó.

«No es el momento»

Ildefonso Calvo aseguró que Podemos transmite al PSOE la necesidad de eliminar la Cruz «cada vez que tenemos ocasión», pero siempre reciben la misma respuesta: «No es el momento». Ante ello, el concejal advirtió ayer que «va a haber que proceder ya de manera más firme, en el sentido de reclamar a la judicatura que intervenga, porque las leyes se hacen para cumplirse sean o no polémicas, no para esperar el momento adecuado». El edil apeló a «la igualdad que establece la Constitución para todas las normas».

Por su parte, Javier Escudero, presidente de Extremadura_Laica, declaró que «hace años que la Cruz debería haber desaparecido, como en la mayoría de las capitales de España, por ser la muestra más obvia de exaltación del franquismo en Cáceres». Recordó que el monumento «lleva más de 82 años en este lugar. Se aprobó el 9 de septiembre de 1937, se quitó rápidamente la palmatoria que había en el mismo espacio y se inauguró un 10 de mayo de 1938». El responsable de Extremadura_Laica no oculta sus sensaciones: «Ahí lo que se ve es mucha sangre, una guerra, un golpe de estado contra un gobierno legítimo y fusilamientos como el del alcalde Canales. Esa cruz está maldita desde su origen», afirmó, a la vez que recriminó la apropiación que se hacía en la época de los símbolos religiosos.

Javier Escudero recordó que si el ayuntamiento no la retira, «deberá hacerlo la Junta de Extremadura en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica». Tampoco aprueba su traslado al camposanto, como se viene postulando: «El cementerio es un espacio público, sería un tremendo error, y la cruz realmente tampoco tiene ningún valor histórico ni arquitectónico porque ese modelo se copió en muchísimos lugares».

Por su parte, María Jesús Criado, presidenta de Amececa, explicó que «esta reivindicación precisamente en el día la Constitución tiene muchas razones. La Cruz de los Caídos es un símbolo franquista, fascista, que además incumple de forma flagrante las dos leyes sobre Memoria Histórica. Ya ha pasado suficiente tiempo como para que la ciudad recupere la dignidad».

Un testimonio, no un símbolo

La responsable de Amececa, en cambio, no niega que este monumento sea un documento histórico: «Es testimonio de una época, por tanto puede llevarse a algún tipo de archivo o almacén con el resto de la simbología franquista, porque la historia hay que conocerla. Lo que no puede estar es en el centro neurálgico de una ciudad simbolizando precisamente la exaltación de un régimen represivo».

Por último. María Jesús Criado reveló que en los municipios de la provincia de Cáceres «quedan todavía muchas cruces de este tipo», y lamentó que la mayoría de sus alcaldes aleguen que ya no tienen nada de simbología, «que digan que están resignificadas, porque no es así».