La plaza de Obispo Galarza es la primera imagen que perciben de Cáceres muchos turistas, y además constituye un punto de referencia para numerosos ciudadanos. Por ello, la Concejalía de Fomento del Ayuntamiento de Cáceres efectuó reformas el pasado verano destinadas a mejorar el itinerario peatonal entre el parking y la calle Alzapiernas, con la supresión del estacionamiento de autobuses en el primer tramo de la plaza, la ampliación de la acera y la reordenación del área de carga y descarga. El comercio de la zona, tras mostrar su agradecimiento por estas actuaciones, solicita que se acabe cuanto antes el proyecto (aún falta el mobiliario urbano) y también agrega algunas propuestas para reforzar la seguridad y la imagen del entorno.

Estas demandas, que ya han sido trasladadas al concejal de Fomento, Jorge Carrasco, incluyen la colocación de bancos, jardineras y papeleras, y del quiosco que funcionará como punto de información turística en el centro de la parte derecha de la plaza, que ahora se encuentra vacía. "Sabemos que en estos tiempos no hay muchos fondos, pero no se trata de un gasto elevado, y hablamos de la principal entrada de turistas a Cáceres. Debe ser un enclave cuidado, agradable", explica Manuel Méndez Crespo, representante de la asociación cacereña del comercio en la zona. Mientras tanto, negocios de este entorno se han ofrecido a facilitar información turística en sus puertas, mediante pequeños soportes o similares.

Asimismo, el comercio propone que se retiren los contenedores de la plaza, a la vista de los transeúntes. Además, no todo el mundo respeta el horario establecido para depositar la basura, y por la mañana ya hay quien deja residuos. "Hemos pedido al concejal que se aplique el mismo sistema de la parte antigua, donde se eliminan los contenedores de día y se ponen de noche", indica Manuel Méndez. También han solicitado la pintura del muro que se eleva por el lateral derecho desde Parras al ascensor, en mal estado.

Precisamente, el ascensor constituye otra demanda del comercio, que espera su puesta en funcionamiento. "Los dibujos han quedado muy bien, debería ponerse ya en marcha sobre todo por los 180.000 euros que ha costado", recuerda Méndez.

Respecto a la seguridad, el comercio plantea un nuevo paso de peatones al inicio de la calle San José, unos metros después del situado justo en la esquina con Galarza, para evitar las situaciones se peligro que se producen a diario. "Los autobuses de turistas llegan a su aparcamiento y la gente se baja por el lado de la calzada. Al no conocer la zona, en un segundo se meten por donde pasan los coches, hay sustos continuos", detalla Manuel Méndez, quien tiene una colchonería justo en este tramo. "En la época estival vienen unos 15 autocares diarios, la gente llega aturdida después de muchos kilómetros, bajan ancianos, niños... Un paso de cebra es fácil y muy necesario", subraya.